CAPITULO XXV


De ocho géneros de cerezas


No havía cerezos en Italia antes de la victoria mitridàtica de Lucio Luculo, que fue el primero que los truxo de Ponto en el año de la fundación de Roma de 680, y en espacio de otros 20 años llegaron hasta Inglaterra del otro cabo del Océano. Los mismos, como diximos, no quisieron por ninguna vía prender en Egipto.

Son, entre las cerezas, las más bermexas las apromanas, y las actias1 las más negras, y las sicilianas también redondas. Son las julianas de muy agradable sabor, pero solamente debaxo, como dizen, de su árbol, porque son tan tiernas que no se sufre llevarlas a alguna parte. Son las principales las duracinas, que llaman los de Campania plinianas, y las lusitanas en Flandes, y también en las riberas del Rhin. El terzero color de éstas es entre negro y bermexo y verde, que paresce que se van siempre madurando.

Menos ha de cinco años que se ven las que llaman laureas, de una amargura agradable que se les allega de ser enxertas en laureles. Hay otras macedónicas, de árbol pequeño y que pocas vezes se levanta en mayor altura que de tres cobdos y menor aún que el chameceraso.2 Paga éste su trabajo al labrador entre los primeros fructales. Huélgase con el cierzo y otros vientos fríos.

Sécanse también al sol y guárdanse en pipas, como las azeitunas.



EL INTERPRETE


1(Actias). Dichas ansí de Actio, pueblo de Epiro. 2(Chameceraso). Este o el macedónico podría ser nuestro guindo, que lleva las que los modernos, por razón de distinctión, llaman cerasa dulcia.

De las mexicanas o capulíes hablamos en su historia.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2