CAPITULO XXIV


De las algarrobas y fructos carnosos. Moras, uvas y bayas


No paresce estar lejos de las castañas las muy dulces algarrobas, si no que en éstas se come también la corteza. Son del largo de los dedos humanos y aun, algunas vezes, de forma de hoz y ancho del dedo pulgar.

No se pueden contar las glandes entre las manzanas, por lo cual se dirá dellas entre las fructas de su naturaleza; las demás son carnosas y difieren en bayas y carne.

Diversa es la substancia de las uvas, moras y madroños, porque la de las uvas es entre cuero y zumo; otra es la de las mixas, otra la de las bayas, como también es diversa la de las azeitunas.

Las moras tienen en la carne un zumo vinoso y tres colores: primero blanco, después bermexo y, ya maduras, negro. Florecen entre las postreras fructas y maduran entre las primeras. Tiñen las maduras con su zumo las manos y, las por madurar, las limpian. Han aprovechado en este árbol poco los ingenios, ansí en sus nombres y enxertos como en todas las otras cosas, sacado el tamaño de las moras. Difieren las de Ostia y las thusculanas, en Roma; nacen otras en las zarzas de muy diferente carne.

Desemejante es la de las fresas a la del madroño, el cual es, de su género, cúya sola fructa es semejante a las fresas, aunque éstas nacen junto a la tierra. Su árbol es muy ramoso, su fructa se madura en un año y juntamente florece otra que nace tras ella y empuja a la primera. No declaran los escriptores si es el macho o la hembra el estéril. Su fructa es infame, como aquella que amonesta con su nombre que se coma de ella una sola, aunque las nombren los griegos de dos maneras, conviene a saber: comaro1 y memecilo, de lo cual paresce haver otros tantos géneros. Llámase entre nosotros, por otro nombre, arbutus. Iuba escribe ser en Arabia de 50 cobdos.

Hay, ansimismo, grande diferencia en los granos y lo primero entre las mismas uvas en carne, terneza, groseza, figura, y en el granillo, que unas tienen pequeño y otras doblado, y éstas son de poco mosto.

Son ansimismo muy diferentes los granos que lleva la yedra y los del saúco y granadas, porque estos solos son esquinados, ni tiene cada uno su cuero fuera del común, que es blanco, antes son todo zumo y carne, mayormente los que tienen poca civera.

También hay en las bayas grande diversidad, porque son diferentes las de las olivas y laureles y de una manera las lleva el almez y ciruelo silvestre,2 y de otra el arrahián y lentisco; porque el azebo y espino las tienen sin zumo.

Tienen los cerezos una media naturaleza entre bayas y granos, cuyo fructo es primero blando como casi el de todas las bayas; después, en algunos, verde, como en las olivas y laureles, y tórnase en los morales bermexo, y en los cerezos domésticos y silvestres, y, finalmente, se para negro en morales, cerezos y olivas.



EL INTERPRETE


1(Comaro). Diversa es esta doctrina de la de los demás autores, los cuales llaman al árbol comaro y al fructo memecilo. 2(Ciruelo silvestre). Hay de éstos algunos aquí cerca de Madrid y vense llevar la fructa semejante a la del almez, como Plinio refiere.

De los géneros de ciruelos índicos, que son muchos y peregrinos, hablamos entre sus plantas.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2