CAPITULO XV


De los perales y diversidad de sus enxertos


Lo mismo se reprehende en las peras que por eso llaman superbas, las cuales son pequeñas aunque muy tempranas. Las más sabrosas de todas son las crustuminas. Cercanas son a éstas las falernas, llamadas ansí de su bevida, tanta fuerza tienen de zumo. Nómbranlas lechares entre las que otros1 llaman, por su color negro, syrias. Las demás se nombran en cada parte de su manera. Pero las decimianas ennoblecieron sus inventores con nombres conoscidos de Roma y de ahí vino llamarse otras pseudodecimianas; las dolabellianas son de pezón muy prolongado; las pompeyanas, que tienen renombre de mamosas; lycerianas, severianas y las tiranianas, que vinieron de éstas, distan en lo largo del pezón. Las favonianas bermexas, que son un poco mayores que las superbas; las laterianas, anetianas, después de las otoñales, son agradables con su sabor algo azedo. Llámanse tiberianas otras que agradaron en gran manera al príncipe Tiberio, y no difieren de las licerianas sino en que colorean más con el sol y se hazen mayores.

Tienen el nombre de sus tierras y son las más tardías de todas las amerinas, picentinas, numantinas, alexandrinas, numidianas y griegas y, en éstas, las tarentinas. Son bermexas las signinas, que otros llaman testáceas por el color, y las onichinas.

Nómbranse del olor las myrapias, laureas y nardinas. Del tiempo, las hordearias; del cuello, las ampuláceas y coriolanas, y las brutias, dichas ansí de su tierra; las cucurbitinas y las acídulas, del zumo. No se sabe la razón de las barbáricas y venéreas que llaman coloradas, y de las regias, las cuales se asientan sobre su muy pequeño pezón, y de las patricias, voconias, verdes y prolongadas. Virgilio llamó a otras, que tomó de Catón, volemas,2 el cual nombra también las sementinas y muesteas.

Días ha que ha llegado a la cumbre esta parte de la vida, experimentando los hombres todas las cosas, porque Virgilio afirma haverse enxerido el madroño en nogal y el plátano en manzano y el olmo en ílice,3 y no se puede imaginar cosa más adelante, porque a la verdad ha mucho tiempo que no se halla manzana de nuevo linage, ni es lícito mezclar todas las diferencias de los enxertos, ansí como ni enxerir los espinos, porque no pueden desta manera4 limpiarse por sacrificio sin dificultad los rayos, antes cuantos géneros se enxeren, tantos rayos se pronuncian de un golpe.

Son las peras de figura prolongada y algunas dellas permanecen en su árbol hasta el himbierno que, en fin, se maduran con los fríos las tardías, cuales son las griegas ampulláceas y laureas, ansí como entre las manzanas las amerinas y scancianas.

Consérvanse las peras como las uvas y de otras tantas maneras, y ninguna otra fructa {se conserva} en vasos,a sacadas las ciruelas.

Tienen las manzanas y peras propriedad de vino y por tanto5 se recatan los médicos de darlas a los enfermos. Cozidas en vino y agua sirven de manjar6 lo que no hazen sino los membrillos cotóneos y strútheos.



a. Por tinajas.



EL INTERPRETE


1(Entre las que otros). leo in hisque allii a colore nigro vocantb Syria.2(Volemas). Virgilio: crustumiis syriisque pyris granibusque volemis. 3(En ílice). Ansí leo y no in ceraso, del cual en Virgilio no hay memoria, cuando dize inseritur vero injaetu nucis arbutum horrens, et steriles platani malos gessere valentes. Castane e fagos ornus incamunt alvo flore pyri, glandes quae suco fregere sub ulmo. 4(No pueden ansí). Este lugar declara Varrón en el capítulo IV del libro primero De re rustica, donde se entiende que no era lícito mezclar cualesquiera enxertos, porque si era aquel árbol herido de rayo, tantos rayos se pronunciavan y contavan cuantos géneros estavan enxeridos y, por tanto, era la expiación dificultosa por requerir cada rayo su modo de purificación. 5(Por tanto). Algunos leen similiterque in aegris medentes in escamdant.

6(Sirven de manjar). Ansí llamó el pulmentario, aunque ha de ser en forma de puche, como sería un pisto, manjar blanco, y lo que se hiziese de peras o membrillos majados o de otra cosa semejante.

Los géneros de peras que se hallan más comunes en Hespaña son: peras de Castro, de Toro, de Sancta María, olorosas, de campanilla, vinosas, que podrían ser las falernas de Plinio; de calabaguela, algo azedas; de Sancta Catalina, sanmigueleñas, canoeles, asaderas, arrobaderas, y estos tres géneros últimos no están de comer hasta el himbierno: vinosas, de muy buen olor, cermeñas ordinarias y perillas moscateles, que llaman de San Silvestre.



b. En otros textos, donantur.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2