CAPITULO XII


De cuatro linages de duraznos


Son entre los pérsicos más excelentes los que propriamente se dizen duracinos1 o duraznos. Tomaron los gállicos y asiáticos el nombre de la tierra. Madúranse después del otoño en Egipto los alvercoques, hallados de 30 años acá, vendiéndose primero cada uno por 40 maravedís. Embiannos los sabinos los pérsicos2 y supernates y viénennos de cada parte los populares. Concédese3 esta fructa sin daño alguno a los enfermos y valió después cada uno 300 maravedís, lo que no hizo algún otro género de manzana, y esto es mucho de maravillar como no haya otra que dure menos, porque a lo más se detiene solos dos días y ansí son forzados sus dueños a venderlas presto una vez cogidas.





EL INTERPRETE


1(Duracinos). Rhodacinos, sustituye Gornario, por ciertas conjecturas tomadas de Paulo Aetio y del intérprete de Nicandro; acúdase a sus comentarios del segundo libro De compositione secundum locos, capítulo II. 2(Pérsicos). Toma Plinio esta palabra por género y no por la especie de nuestros duraznos, como los griegos, cuya especie dize ser los duracinos que hoy llamamos duraznos por la dureza de su cuero y carne, dichos asiáticos y gállicos y alvarcoques, que él llama precocia, porque son tan tempranos en este género, y otros armeniacos, y vienen por el estío. Después, los supernates y populares. Tenemos hoy en Hespaña duraznos, priscos, alvarcoques, melocotones, alvérchigas, muchachos y otras semejantes especies y aun hay en cada especie otras diferencias en color, olor, sabor, tamaño, carne y pepita, que por ser algunas vezes dulce, llamamos amigdalina. Paresciole a Gornario haverse, según dixe al principio deste comentario, de leer, ansí en este autor como en los demás, rhodacina por duracina, y en los griegos en lugar de dorácea, pero engáñase, como otros antes de mí lo han advertido. No trasladen por pérsica, priscos, porque está en nuestro vulgar usurpada esta palabra por una especie particular, blanda y que se desapega y despide con grande facilidad el cuexco. 3(Concédese). Esto paresce falso y expresamente contra el parescer de Galeno, si no entendemos que podrían convenir en algunas enfermedades, no como mantenimiento de buena substancia, sino como medicina apropriada a alguna cosa, a causa de ser aromáticos y en alguna manera partícipes de confortación, o que no es notable su daño.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2