CAPITULO II


De los géneros de vides


A solo Demócrito paresció poderse señalar cierto número a las diferencias de las vides, el cual afirmó conoscer todas las de Grecia; los demás confiesan ser ¿numerables e infinitas. Esto parescerá más verdadero de sus vinos. No las contaremos pues todas, sino las más notables, porque son tan diversas casi como los campos en que se crían. Y ansí bastará referir las más célebres dellas o las que tienen alguna notable propriedad.

Tiénense por las más principales las amíneas,1 por la firmeza y vida de su vino, el cual doquiera se mejora con la antigüedad. Estas son de cinco especies, y dellas la germana,2 de menores uvas, sale mejor de cierna y sufre lluvias y tempestades, lo que no haze la mayor, aunque ésta con menos peligro en árboles que no en parrales.3 Las gemelas, a quien dieron nombre dos razimos que tiene siempre hermanados, son de muy áspero sabor, pero de principal virtud y fuerza. A la menor de aquéstas daña el ábrego y mantienen los demás vientos, como en el monte Vesuvio o de Soma y collados surrentinos.4 En las demás partes de Italia no se haze buena si no la acompañan con árboles. El quinto género es de la lanuda, porque no nos maravillemos de los seres o indios, tan vestida es de flueco. Es la primera que se madura de las amíneas y que más presto se pudre.

Después déstas se tienen en más las nomentanas, de madera bermexa, por lo cual llamaron algunos sus viñas rubellas. Son éstas de menos vino y de muchas uvas y heces fortísimas contra el yelo, y oféndense más de la sequedad que de las lluvias y del calor que no del frío, y ansí tienen en lugares fríos y húmidos su gracia. La que tiene menores uvas y más harpadas las hojas es más fértil.

Dieron renombre las avejas a las apianas,5 que son principalmente dellas cobdiciosas. Déstas hay dos especies, de la misma manera lanudas. Difieren en que la una se madura más presto, aunque no se tarda mucho la otra. No se hallan mal en tierras frías, aunque se pudren con las lluvias más presto que todas las demás. Házense los vinos, que son al principio dulces, ásperos con la antigüedad. Críanse éstas en la Toscana más excelentes que otras. Hase hasta agora dado la primacía a las proprias hijas de Italia, y son las demás advenedizas,6 de Xío7 y Thaso.8 No es la graécula9 o greca inferior a las amínaeas, aunque de uvas muy tiernas y tan pequeños razimos que, si no es en tierras muy gruesas, es por demás querer criarlas. Embiáronos los collados taurominitanos10 la eugenia, con sobrenombre de generosa solamente en el campo Albano,11 porque si se planta en otra parte, luego muda su naturaleza; que tienen algunas tanto amor a su tierra que dexan en ella toda su gloria, no pasando su perfección a otra parte. Y esto acontece de la misma manera a las de Suevia y Saboya, que arriba llamamos picatas, las cuales son en su tierra muy excelentes y en otras partes tales que no las conoscerán, pero fértiles en lugar de buenas. Acude la eugenia en tierras de gran calor, la de Suevia en templadas y la saboyana en frías, madurándose con yelos, y es negra en color.

De las que hasta aquí havemos hablado, y también de las negras, pasan los vinos por antigüedad en color blanco. Las demás son de poca estima aunque algunas vezes por favor del cielo o del suelo se conserva su vino, ansí como acontece en la fecenia12 y betúrica, que florece con ella, de más ralas uvas y cierna segura,13 porque es muy temprana y resiste a los vientos y aguas, pero son mejores en lugares fríos que en cálidos y en húmidos que no en secos. Y apenas se hallará otra que con tanta espeseza de su fructo sea tan impaciente y sufra tan mal las mudanzas del cielo. La menor en este género es más excelente y en escoger suelo importuna, porque en el graso se pudre y en el liviano totalmente no prende, y busca con melindre la templanza, y ansí es familiar a los collados sabinos.14 Su uva es de fea vista pero de sabor agradable, y si luego que está madura no la cogen se cae sin pudrirse; defiéndela del granizo la dureza y anchura de las hojas. Son las helbolas notables por su color, entre morado y negro, el cual muchas vezes se varía y muda en otros colores, y por tanto las llamaron algunos varianas. Son déstas mejores las más negras, y las unas y las otras llevan bien un año y otro no, también, aunque cuando hay menos copia dellas se haze mejor el vino.

Distíngueme ansimismo por el tamaño de las uvas dos géneros de las que llaman precias,15 las cuales son de mucho zumo. Sus uvas se guardan muy bien en ollas, y sus hojas son semejantes a las del apio. Los de Durazo16 celebran la basílica, que llaman en Hespaña cocolobis,17 de razimos ralos, y que resisten a los ábregos y calor. Es mala para la cabeza y nace en grande abundancia. Lleva Hespaña dos linages dellas, uno de uvas largas y otro de redondas y vendímianlas a la postre. Cuanto es más dulce la cocolobis, tanto se tiene por mejor. Tórnase la que es áspera en dulce por antigüedad, y la dulce en áspera, y entonces compiten con el vino albano. Dízese ser sus vinos muy provechosos para los males de la bexiga. La albullis es más fértil en lo alto de los árboles y la visula en lo baxo, por lo cual, plantadas acerca dellos, los enriquecen con la diversidad de su naturaleza. De las negras llamaron inertícula,18 haviéndola con mayor razón de llamar templada, la que haze más excelente vino añejo y de fuerza no dañosa; porque sola ella no causa beudez.

Las demás se estiman por su fertilidad, y la principal, la helvénaca, de que hay dos géneros: la mayor, que llaman algunos larga, y la menor, que dizen emarco,19 no tan fértil pero de más agradable vino, y distínguese por su hoja cercenada o redonda, aunque ambas son delicadas. Es necesario sostenerlas con horcas porque de otra manera no sufre su fertilidad. Esles el viento de la mar provechoso, con olor de rocío.20 No hay vid que menos ame a Italia, porque se hazen en ella ralas sus uvas y pequeñas, y se pudren y no pasa su vino del estío, ni hay otra a quien estén mejor las tierras livianas. Graecino, el que trasladó a Cornelio Celso, cree no repugnar a Italia su naturaleza, pero la lavor que le dan los nuestros, los cuales les dexan muchos pulgares y ansí las destruyen, si no lo sobrelleva la fertilidad de la tierra substanciosa. Dízese no ahornagarse, cierto con grande privilegio, si es verdad que hay vid alguna contra quien no tenga el cielo jurisdición.

Sufre el calor la espionia, que algunos llaman espinea, y házese gruesa con las aguas del otoño y aun se mantiene esta sola de nieblas; y, por tanto, es propria del campo de Rávena. A los de Campania agrada más llamar sírcula a la venícula, entre las que salen bien de cierna, aptísima para ollas; otros quieren más que se diga estácula, y los de Terracina que numisia, aunque no tiene virtud alguna propria, antes es tal cual el suelo do se planta pero es eficacísima en vasos surrentinos de barro solamente en el Vesuvio,21 porque allí la murgentina es la principal, trahída de Sicilia, y llámanla algunos pompeyana. Y, en fin, en Italia fértil, como la horconia en Campania, solamente para comer pero de mucho llevar. Dura mucho tiempo la mérica, firmísima contra toda estrella, de uvas negras y vinos que se tornan bermexos a la vejez.



EL INTERPRETE


Prosigue Plinio en este capítulo y en el que se sigue muchas especies de vides estrangeras y naturales a Italia, de que se tenía en su tiempo noticia. Las que hoy hay, naturales, causadas por enxerto o por la naturaleza particular de las tierras, son tantas que aun las de nuestra Hespaña apenas se podrían comprehender debaxo de cierto número. Haze su conocimiento más dificultoso la variedad de los nombres que a cada paso se mudan y truecan, por lo cual me pareció, tomando el consejo de Columela, no fatigar mucho a los lectores en estas cosas particulares y casi infinitas, contentándome con aplicar algunas de nuestro tiempo a las antiguas en el discurso de los capítulos, declarando según mi costumbre algunas cosas. En lo cual, si usáremos de solas coniecturas, nadie se espante, pues no sufre esta manera de doctrina más cierta demostración y aún las más de las ciencias constan principalmente della.

1(Las amíneas). El vino déstas dixo Virgilio ser muy durable; llámanse ansí, según quieren algunos, de Aminaeo, pueblo de Campania, a quien Ptolomeo en el tercero libro de su Geographía llama Salerno. 2(Germana). Dixéronse ansí por causa de la hermandad y semejanza que entre sí tienen. 3(Que en parrales). Ansí bolví quam iugo, y llamava yugo dos palos hincados a cierta distancia y otros atravesados a manera de arco sobre ellos, en los cuales, estendiéndose los ramos, hazían una manera de yugos, de quien las viñas o vides se llamavan jugatas; ansí se hazen hoy en algunos jardines, viñas o huertos calles de parrales, por lo cual interpretamos a nuestro modo de la manera que tengo ya dicho. 4(En vasos surrentinos). Otros leen eficacísima solamente en los surrentinos, con testimonio de sólo el Vesuvio y es Surrento pueblo de Campania, y no mentó otro de cerca de Roma. 5(Apianas). Algunos creen ser nuestras oledoras,a pero éstas no son lanatas.

6(Advenedizas). Leo caeterae advenae, echio, thaso ve graecula, etc. 7(Xío). Isla es del Mediterráneo, en Ionia, puesta entre Samo y Lesbos, como dixo Plinio en el capítulo XXXI del libro quinto. Y aunque hay otras tres, de la isla se haze aquí mención. 8(Thaso). Uno edificaron los fenices, según lo cuenta Herodoto, pero aquí havemos de entender la isla del mar Egeo acerca de Thracia, de quien aliende de otros hazen Varrón y Virgilio mención. 9(Graécula). Tomó nombre de aquella parte de Italia que fue llamada Magna Grecia; haze della mención Columela en el capítulo II del libro tercero. 10(Taurominitanos). Dichos ansí de Tauromino, pueblo marítimo de Sycilia.

11(Albano). Campo es de Italia. 12(Fecenia). Tomó esta uva su nombre de las hezes en que abunda, como betúrica o beturigia de los pueblos beturiges de la Gallia Aquitánica o Gascuña. 13(De cierna segura). Porque, como dize Columela, et ocius et melius deflorescit, llamando deflorescer el salir de cierna, que ansí lo nombran comunmente en Castilla y la mayor inflore celerit corrumpitur. 14 (Sabinos). Pueblos fueron antiguos de Italia. 15(Praecias). Que son las tempranas.

16(Dirachinos). Ciudad es Dirachio y puerto de Macedonia que hoy dezimos Durazo. 17(Cocolobis). Por ventura es nuestra hebén. 18(Inertícula). Por ventura es nuestra castellana. 19(Emarco). Ansí leo de Columela. 20(Con olor de rocío). La lección antigua tiene que aborrecen el rocío diziendo odir y no audit.

21 (En el Vesuvio). Monte es cercano a Ñapóles; hoy Soma.



a. Moscateles.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2