CAPITULO XII


De los géneros de cartas. Cómo se hazen y pruevan y de sus tachas y engrudo


Es lo principal lo de enmedio del junco, y tras esto lo a ello más cercano como se va cortando.

Llamávase acerca de los antiguos hierática aquella carta que sólo se gastava en los libros que se escrivían de religión, aunque después la llamaron augusta, por hazer lisonja a Augusto, como la segunda livia, por lisongear también a Livia su muger y ansí descendió la hierática. Havíase dado el nombre {de la calidad siguiente} a la amphitheátrica, a causa del lugar donde se aderezava, pero como la tomase entre manos la industriosa oficina de Phanio, y adelgazase con curiosa labor, la hizo, de plebeya, principal, y dio nombre, retiñiéndola que no estava ansí aderezado el suyo, de amphitheátrica. Contávase después de aquesta la saiticia, llamada ansí del lugar do hay gran copia della, hecha de las más viles partes. Hay también la que llaman teniótica, de otro lugar cercano a éste, la cual se vende por peso y no por bondad. Porque la emporética,a inútil para escrivir, sirve de embolver otras cartas y mercadurías, y a esta causa tomó nombre de los mercaderes. Síguese el cuerpo del papyro y sus últimas partes, semejantes a junco, que aun para maromas no valen si no es en el agua.

Téxense pues todas en tablas1 mojadas con agua del Nilo, sirviendo de engrudo su turbio liquor. Porque pegan lo primero las telas estendidas sobre la tabla de todo el largo del junco, cercenadas las extremidades de ambas partes, y después atraviesan otras y ansí se acaba este enrexado. Aprensan luego las hojas,2 sécanlas al sol y júntanlas entre sí procediendo de las mejores a las no tales,3 hasta venir a las peores de todas. No echan en una mano más de 20.4

Difieren mucho en la anchura, porque las mejores son de treze dedos, no más; dos menos, las hieráticas; las phanianas, de diez; de uno menos las amphitheátricas, y las salticas aun de no tantos y no sufren martillo;5 porque la emporética no es de más que seis dedos. Hase de mirar, aliende de todo esto, que la carta sea delgada, espesa, blanca y lisa.

Claudio Caésar mudó su autoridad y estima, porque la demasiada delgadeza de la augusta no sufriese pluma6 de caña, y también pasándose las letras eran causa que se borrasen en ella las del envés y, fuera desto, tenían una fea transparencia la cual fue causa que se diese tela7 con otro segundo cuero a la primera trama. {Claudio} hízola también ensanchar, como antes no fuese mayor que de un pie8 o a lo más largo que de un cobdo. Hallóse, {con} razón, {una} tacha de la augusta: cualquiera tira que se despegase se estragavan ambas planas;9 y por esa razón fue tenida en más la Claudia y quedóse para epístolas sin su valor la augusta. La livia retuvo el suyo, la cual no tenía cosa de la primera,10 sino todo de la segunda clase.

Bruñen las con algún colmillo o concha, pero despíntanse ansí, brevemente, las letras. Embeven menos tinta las bruñidas y resplandecen más. Despégase muchas vezes el engrudo que se dio con poco cuidado y conócese al primer {golpe de} martillo y también por el olor y las motas o manchas semejantes a lentejas, con la vista. Pero la teneótica enxerida11 enmedio de los encolamentos, la cual embeve la tinta por la espongiosidad del junco, apenas se echa de ver sino al tiempo que se pasa la letra, tantos engaños hay.

Resta, pues, otro trabaxo,12 de texer segunda vez las cartas. Házese el engrudo vulgar de la flor de la harina, echada agua hirviendo con unas gotas de vinagre, porque las juntas que se hazen con goma13 de los carpinteros son quebradizas. Mejor es el que resulta del agua hirviendo que se cuela por una miga de pan, porque éste tiene menos cuerpo,14 y aun vence al agua del Nilo en blandura; quiere ser ni más añejo ni más fresco que de un día. Bátese después con el martillo la carta y recórrese con engrudo,15 y tórnanla a desarrugar, y estender con el martillo. Y ansí se hallan memorias muy antiguas de mano de Tiberio y Cayo, de la gente de los Grachos, las cuales vi en poder de Pomponio Segundo, poeta y ciudadano esclarescido, 200 años después que se escrivieron, y cada día las vemos del divino Augusto, Virgilio y de Marco Tulio Cicerón.



a. De έμποϱία, mercado.



EL INTERPRETE


1(En tablas). Leo: texunt omnes, tabula múdente in liquam {sic}, entendiendo que se pegavan aquellas schedas o tiras unas a par de otras sobre la haz de una tabla mojada con el agua pegajosa del Nilo y después se atravesavan otras, y ansí se acababa esta manera de cerco o enrexado. 2(Aprensan luego las hojas). Para estender el engrudo y hazer las cartas más llanas, delgadas y lisas y más fuerte la travazón de las unas con las otras. 3(De las mejores a las no tales). Porque estuviesen las buenas más guardadas, o porque se ivan haziendo por este orden. 4(Más de 20). O porque ansí tienen tamaño cómodo, para que se aprensen mejor, o porque se vendían ansí en manos, que desta manera interpreté scapo, o por ser más a propósito este número para los libros que se hazían dellas, si no entendiese alguno que no havía más de 20 cartas en un junco. 5(No sufren martillo). Porque se despegan o se rompen.

6(No sufriese pluma). Porque era tan delgada que la horadava al tiempo que en ella se escrivía, como nos acontece cuando el papel es muy delgado. 7(Que se diese tela). Leo stamina, con los textos antiguos, y no statu mina, con Hermolao. 8(Mayor que de un pie). Ansí interpreto pedalis erat mensura et cubitalis macrocollis. O como otros códices manuscriptos tienen: erat et cubitalis macrocolis. Porque se llaman cartas macrocolas las mayores, que también se dizen regias en latín. 9(Se estragavan ambas planas). Lo cual se remedió con echarle otro cuero, según que se hizo en la augusta. 10(No tenía cosa de la primera). De la primera parte del junco, de donde se hazían las que primero se llamaron hieráticas y después augustas.

11(La teneótica enxerida). Leo nam inserta mediis glutinamentis tenaeotica, y entiéndola de aquel lugar que por su angosta longitud se llama Tenia, cuyo vino teneótico celebra Atheneo. 12(Otro trabaxo). De tornarlas a guarnecer de otro cuero. 13(Con goma). Leo nam fabrili gummisque fragilia sunt. 14(Porque éste tiene menos cuerpo). Ansí interpreto minimum hoc modo intergerii, o intergerit, como tienen otros códices. 15(Recórrese con engrudo). De manera que después de batida primera vez con el martillo se recorría lo que se despegava, con el engrudo, y después se tornaba a batir.

Ansí que, epilogando este tan dificultoso capítulo, según lo que puedo phantasear, dividían el junco hecha una hendedura a la larga en muchas membranas o telas de que era compuesto. De las cuales las de enmedio y parte interior eran las mejores y davan materia a la carta hieratica y mas principal, que se llamó después augusta. De las que se seguían, la primera, hazían la livia, segunda en bondad. Y por orden: la hierática, phaniana, amphitheátrica, saítica, teniática y emporética, hasta el cuerpo del junco y postreras partes que aun para maromas no eran viles, fuera del agua. Teníanse sobre la haz de una tabla mojada con el agua del Nilo, que también servía de engrudo, ajustadas unas schedas o tiras del junco con otras, y atravesado otro lienzo por cima, con que se dava a perfección a este cerco o enrexado. Añadió Claudio a la augusta otro lienzo por cima, viendo que despegada una scheda se dañavan ambas planas. Aprensávanlas, pues, luego; secávanlas al sol, y componíanlas entre sí en cierto número, por causa de algunas comodidades, comenzando de las mejores, martillávanlas, recorríanlas con engrudo y tornávanlas a batir, y ansí acabavan la obra.



TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2