CAPITULO XLIX


De los enanos y miembros genitales


Hay en todos los animales enanos, y aun también entre las aves.

Ya tenemos bastantemente dicho cuáles de los machos tienen los miembros genitales atrás. Son, éstos, de naturaleza de huesos en las raposas, lobos, comadrejas y hurones. De donde se toman principalmente remedios para la piedra que se cría en los hombres. También dizen bolvérseles a los osos, en muriendo, de naturaleza de cueros. Tienen los orientales las cuerdas de los bergajos de los camellos por muy seguras para los arcos. Y en esto hay algunas diferencias {de costumbres y sacrificios} acerca de las naciones, porque se corta {el órgano genital} sin peligro a los sacerdotes de la diosa Cibelles. Por el contrario, han tenido algunas mugeres, aunque pocas, una semejanza monstruosa {con los hombres},1 como los hermaphroditos de ambos sexos. Lo cual creo haver también acontecido en el linage De los Animales de cuatro pies, la primera vez en el tiempo de Nerón, el cual hazía grandeza de dos yeguas hermaphroditas que traía uncidas a su coche, halladas en el campo Trevérico, de Francia; como {si} fuera gran cosa ver al príncipe de la tierra ir asentado sobre monstruos.

Tienen los ganados mayores, y también los menudos, los compañones colgando por las piernas abaxo. Los puercos atados {unidos al abdomen}; los delfines muy largos, y escondidos en lo postrero del vientre, y los elephantes ocultos. En los que ponen huevos están por de dentro, pegados a los lomos, y éstos son prestísimos en derramar la simiente. {Entre} los pesces y serpientes algunos no tienen, pero tienen en su lugar dos venas que van de los riñones a los miembros genitales.

Las águilas llamadas buteones tienen tres. Al hombre solo se le quiebran o de suyo o por ocasión y éste se tiene por su tercero genero de medio hombres, después de los hermaphroditos y castrados. Son los machos en cualquier género más fuertes, sacando las onzas y los osos.



EL INTERPRETE


1(Una semejanza monstruosa dellos). Sobre el capítulo del libro séptimo me acuerdo haver hecho mención de cuatro géneros de hermaphrodites, tres de machos y uno de hembras, de los cuales se pudiera pensar hazer el cuarto género a este propósito. Mas como se siga luego, tras las palabras propuestas, como los hermaphroditos de ambos sexos, no parece hablar de género de mugeres hermaphroditas, antes de cierta semejanza de miembro viril, que suele en el tiempo del coito mostrarse en todas las mugeres, del cual, más señalado en algunas que el ordinario, podría ser hablase Plinio al presente. Su origen, proceso, paradero y uso, refiere largamente Realdo Columbo en el capítulo XVI del libro que escrivió de las entrañas, como aquel que se jacta haverlo hallado primero que otro ninguno. Acerca de él podrá verlo el curioso lector, y que a trueco de investigar los secretos de Naturaleza no se ofendiere de materias semejantes, y adviértase no ser ésta alguna de las nimphas, ni el himen que en algunas vírgines suele hallarse.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2