CAPITULO XLVII


De los pies y uñas de las aves


De las aves, unas tienen dedos, otras palmas, y otras entre palmas y dedos, divisos los dedos y añadida anchura. Pero todas tienen cuatro dedos, tres delante y uno en el carcañal. Este falta a algunas que tienen largas las zancas. Sólo el torcecuello tiene dedos de cada parte. El mismo estiende la lengua1 que tiene, a modo de serpiente, en grande largura. Rebuelve el cuello para atrás, y tiene las uñas grandes como el grajo.

Tienen espolones en las piernas algunas aves de las más pesadas, pero ninguna de las que son de uñas corvas. Las de largas zancas2 huelan estendidas las piernas para atrás y, las que cortas, encogidas al medio. Los que niegan no haver aves sin pies,3 afirman tenerla los vencejos, el ocen4 y drepanis,5 entre los que se ven muy pocas vezes. Ya se han visto también serpientes con pies de gansos.



EL INTERPRETE


1(La lengua). Otras aves hay de grandes lenguas, y delgadas, como es uno de los picos, que llaman pico relincho, y el glottis. Una cabeza de un ave me mostraron los días pasados, de la India, cuyas plumas, miradas por un cabo, parecían un fino rubí, y, por el otro, una esmeralda. Esta tenía la lengua dividida en dos muy delgados cabellos de largo de un dedo. 2(Las largas zancas). Adviértase que leo esta letra mudada la punctuación, y por el consiguiente la sentencia del códice Toledano. 3(Sin pies). Ya hize mención en el décimo libro de la paradísea, que realmente no los tiene. 4(Ocen). No se sabe desta ave, y por eso quieren algunos que esté en su lugar nicterin, y aun lo tiene ansí el códice pliniano de más antigua impresión. Pero otros no se pueden persuadir que Plinio mude el nombre de vespertilio, de que tantas vezes usa, y ansí les parece que se lea hirundo, una de las aves que tienen los pies tan pequeños que se dijo dellas que no los tenían. {Dellas} hay cuatro géneros, conviene a saber: las golondrinas ordinarias, los que llamamos aviones, las riparias o silvestres, que llamamos arrixaques, y los vencejos, en lo cual podrá el lector seguir lo que mejor le pareciere. Lo que yo sé dezir es que los antiguos jamás vieron ave sin pies, o, a lo menos, jamás escrivieron della, ni después acá, hasta nuestros tiempos, en que trahída de la India Oriental, muerta, la havemos visto, si no queremos llamar pies a aquellas cerdas con que, cuando quieren descansar, suelen colgarse de los árboles, y con que se arrebuelve y ata la hembra con el macho cuando se echa sobre los huevos en la espalda del macho, y ansí empolla y, finalmente, saca sus huevos. 5(Drepanis). Esta se cree ser la riparia o especie della, que es especie de golondrina silvestre.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2