CAPITULO XXXIX


Si hay en la sangre principado, y del pellejo, pelos y tetas


A algunos les parece que la subtileza del ánimo no consiste en la delgadeza de la sangre, antes quieren sean los animales más o menos torpes según el cuero y cobertura de los cuerpos, como en las hostias y galápagos, y estorven los cueros de los bueyes y cerdas de los puercos a la subtileza del espíritu que se comunica a las partes corpóreas, y hazen que no vaya puro y líquido; y ansí es también excluido en el hombre cuando el cuero es más grueso o más calloso, como que no se le atribuyese al crocodilo, aunque es de cuero tan grueso, industria.1 El del cavallo fluvial es de tanta groseza, que se tornean de él astas, y con todo esto tiene una medicinal diligencia.2 Los elephantes también tienen el cuero fortísimo,3 aunque se les atribuye la mayor subtileza de ánimo que a ninguno de todos los animales de cuatro pies. Carece, pues, el cuero de sentimiento, mayormente el de la cabeza. Do quiera que está por sí y sin carne, cortado, no se suelda, como en los carrillos y cejas.

Los que paren animal tienen pelos y los que huevos, plumas o escamas, o corteza,4 como las tortugas, o cuero puro, como las serpientes. Son huecos los cañones de todas las plumas, y cortados no crecen. Buelan los insectos con unas telillas flacas, las golondrinas de la mar con otras mojadas, y con otras secas el murciélago, entre las casas, cuyas alas tienen también juncturas. Salen los pelos del cuero; del {cuero} grueso, hiertos y en las hembras, más delgados; largos, al cavallo, en crin, y al león en el espalda, y al dasípode5 por de dentro de los carrilos y en los pies, las cuales dos cosas escrive también Trogo de la liebre, de lo cual se saca que los hombres que tienen mucho vello son más luxuriosos; es la liebre el animal más velloso de todos. A sólo el hombre nace barba inferior {en el pubis}, cuya falta muestra esterilidad, ansí en los hombres como en las mugeres. Pelos hay que se engendran juntamente con los hombres, y otros que no, sino después. Los {pelos} que nacen con él a ninguno faltan. A los castrados6 no se caen los pelos {con que se nace} como ni {a} las mugeres, por la mayor parte, aunque se han hallado algunas a quien se ha pelado la cabeza, como también {aparece} el flueco o vello del rostro cuando se les detiene la regla. A algunos varones no les nacen los que se engendran después de nacidos. Nacen a los de cuatro pies, y cáemeles los pelos, cada año. Crescen a los varones, principalmente en la cabeza y, luego, en la barba. Cortados no crescen, como las hierbas, desde la cortadura, pero augméntanse desde la raíz. Crescen también en ciertos géneros de enfermedades y, principalmente en la phtísica7 y héctica,8 que llaman senectutis, y en los cuerpos de los enfermos. Faltan, en los luxuriosos, los que nacen, con el hombre, más presto, y salen más aína los que nacen después.a Engruésanse en los animales de cuatro pies, a la vejez, las lanas,9 aunque se hazen más ralas. Son las espaldas de los cuadrúpedes pelosas y las barrigas sin pelos. Házese cola {pegamento} de los cueros de los bueyes y más excelente de los toros.

Sólo el hombre, entre los machos, tiene tetas; los demás solamente una señal dellas, y las hembras no {tienen} en el pecho sino solas las que pueden levantar a ellas sus hijos. Ninguno de los que ponen huevos las tienen, ni leche, sino los que paren animal, sacado el murciélago; porque tengo por fábula lo que se dize de las estriges,10 que ordeñan las tetas en los labios de los niños. De las cuales sólo se sabe haver tenido entre los antiguos por malditas, pero qué aves sean, no pienso que consta.



a. Quiere decir, a los lujuriosos caen más presto los pelos con que se nace y crecen antes los de la pubertad.



EL INTERPRETE


1(Industria). Porque pone el crocodilo, según que lo refirió Plinio en el libro octavo, sus huevos, con cierta adivinación, donde sabe que no ha de llegar con su mayor cresciente el Nilo; y vive los días en tierra, y las noches en el agua, por causa de su mayor comodidad y templanza. 2(Una medicinal diligencia). Esta es sangrarse cuando se siente de sangre agravada, según que el mismo Plinio en el octavo lo contó, en el capítulo XXVI, diziendo ser el hipopótamo maestro en cierta parte de medicina, porque sintiéndose muy gordo por el continuo pasto, se sale a la ribera, y echando los ojos a las quebraduras frescas de las cañas, y apretando el cuerpo con la punta más aguda que ve, rompe cierta vena de la pierna, y ansí descarga el cuerpo enfermo con la sangre que della se saca. Otra astucia cuenta de él Plinio, la cual por no ser medicinal, aunque es a él saludable, no contaré al presente. 3(Tienen el cuerpo fortísimo). Porque leo impenetrabiles caetras, y son escudos o adargas. Llamo pues ansí su cuerpo, por traslación. 4(O corteza). Leo quae ova penas,b aut squamas, aut corticem, no testam, de los códices vetustos, y porque Plinio, en el capítulo XII del libro nono, dize cubrirse de corteza. 5(De la dasípode). Este es el conejo, aunque Plinio pensó ser otro tercero animal y diverso del conejo y de la liebre, pero desto se habló más largamente en un comentario del libro octavo.

6(A los castrados). Leo castratis. 7(En la phtísica). Que es consumptión del cuerpo, con llaga confirmada en el pulmón.8(Héctica o senectutis). Que es para sequedad sin calor. 9(Las lanas). Leo quadrupedibus senectute crasescunt lanae quamquam rarescunt, de Aristóteles en el capítulo XI del libro tercero De los Animales, de donde esto fue tomado. 10(Las striges). No se sabe qué aves sean aquéstas; algunos creen ser los caprimulgos o chotacabras que han visto algunos modernos (según ellos dizen), pero engáñanse mucho, ansí por las varias propriedades que se les atribuyen como por la mención distincta que dellas hazen los autores.



b. Por pinnas.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2