CAPITULO XXXIII


De los animales que nacen en la madera, y de otros que de la misma se crían


Engéndranse de la misma manera algunos de las lluvias, en la tierra, y otros en la madera. Porque no sólo nacen en ella los gusanos que llaman carcomas, pero della también tábanos,1 y otros donde hay humedad demasiada, como dentro del hombre lombrices,2 algunas vezes de 30 pies en largo y, otras, de más.

También {se crían} en las carnes muertas, y aun en las de los vivos.3 Y con esta suziedad murieron Sylla, dictador,4 y Alchman, poeta esclarescido de Grecia. Aquexan estos mismos las aves y matan los faisanes, si no se estriegan en el polvo. Créese no escapar animal alguno deste mal, sacado el asno y las ovejas.

Críanse también en las vestiduras, mayormente si son hechas de lana de ovejas muertas a manos de lobo. También hallo acerca de los autores {que} ciertas aguas conque nos lavamos ser más fértiles de éstos, porque se engendran también en la cera unos que son tenidos por los menores de todos los animales.5 Otros se engendran de la suziedad del suelo seco, grandes trepadores6 por la comodidad de las piernas postreras, y otros con el polvo húmido, que vuelan en los resquebrajos.



EL INTERPRETE

1(Tábanos). Ya dixe en un comentario de los pasados criarse los tábanos de la madera, como el aestro del agua, dado caso que se llame también aestro un género de abejas, como Plinio advierte, y aún otro que haze salir en tierra al atún. 2(Lombrices). Tres especies dizen los médicos que hay de éstas: unas llaman cucurbitinas, que asemejan a la simiente de las calabazas, de quien tomaron el nombre, dichas latas de los latinos, y {en blanco en el original} de los griegos. Otras se dizen escárides, que son unos gusanicos pequeños y blancos que se crían en la tripa postrera o intestino recto. Y otras teretes o redondas, que son las más ordinarias, cuya generación, causas, indicios y cura escrivimos en nuestra medicina largamente, como negocio tan necesario en la cura de otras mil enfermedades que dependen dellas. 3(De los hombres vivos). Quito aquella palabra, capillo, como superflua. 4(Murieron Sylla, dictador). Clara cosa es (según que sobre el séptimo de Plinio lo mostramos) entender Plinio por vermes también los piojos, como sea ansí que cuentan autores gravísimos haver muerto aquel dictador de grande copia dellos, y aun se saca evidentemente deste texto. 5(Los menores de todos los animales). Entiende los aradores, que llaman los griegos {σαρϰόπερος}, que es lo indivisible y que no se puede cortar.

6(Grandes trepadores). Entiende las pulgas, las cuales parece también entender debaxo del nombre de gusanos, aunque es verdad haver enfermedad de gusanos de que algunos médicos hazen mención, y yo he visto fuera desta corte, y aún después que vine a ella, personas haver acabado la vida hirviendo por casi todas las partes del cuerpo de gusanos.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2