CAPITULO IV


De su cuerpo


Los insectos, que se pueda entender, no parecen tener nervios, huesos, espinas, o ternilla, gordura, carne o costra frangible, como algunos animales marinos, ni cosa que, con razón, se pueda llamar cuero. Pero {tienen} un cuerpo de naturaleza media entre estas cosas, como seco y sin alguna humidad. Más blando que nervio y antes más seco que más duro que las otras partes,1 y esto solo hay en los sobredichos animales y no otra cosa.

No tienen dentro sino una tripa derecha, que está arrevuelta en muy pocos. Y, ansí, cuando los despedazan, es más porfiada en ellos que en otros animales la vida y una palpitación de cada una de sus partes, porque la razón o causa de vida que tienen no consiste en algunos miembros particulares sino en todo el cuerpo y, menos que en los demás miembros, en la cabeza, la cual sólo no se mueve, cortada, si no se arranca con el pecho.

En ningún género se hallan mas pies que en estos animales y los que dellos tienen mayor número viven más tiempo después de despedazados, como lo vemos en los que llaman cientopiés.

Tienen ojos, y de los demás sentidos, toque y gusto, y algunos olfato, y pocos de ellos sentido de oír.



EL INTERPRETE


1(Que las otras partes). Leo reliquis partibus, de manera que se entienden las partes que, fuera de los nervios, había nombrado. Y quería decir que los insectos o ceñidos no tienen nervios, huesos, espinas, ternilla, carnes, gordura, costra frágil o cosa que, con verdad, pueda llamarse cuero, sino un cuerpo de cierta naturaleza media entre todos éstos como sin humidad alguna, más blando que nervio, y antes más seco que más duro que las otras partes, como son huesos, espinas, ternillas, etc. Porque como sea así que seco no se opone a blando, ni húmedo a duro, sino seco a húmedo y duro a blando, puédese muy bien decir que el cuerpo es antes más seco que los demás, que no más duro, pues aunque fuese más blando que ellos, con todo eso, podría ser más seco.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2