CAPITULO LXXIV


De los animales que se juntan amigablemente, y quiénes no lo hagan


Parece, pues, claro tener otros sentimientos aliende de los sobredichos; porque exercitan entre sí algunas amistades y enemistades, de do consta que son también subjectos a afición y pasiones, aliende de lo que tenemos dicho por sí de cada uno. Son enemigos los cisnes y águilas. El que llaman sórex, y el chlorio1 o verdón, buscándose de noche, el uno al otro, los huevos. De la misma manera, el cuervo y el milano, quitando aquél a éste su mantenimiento. La corneja y la lechuza y las águilas y el trochilo, si es de creer, por sólo que se llama rey de las aves;2 y las lechuzas con todas las demás aves menores. También {luchan} con los terrestres {la comadreja} y la corneja; la tórtola y piral.3 Los ichneumones, género de avispas, con el género de los phalangios o arañas. De las acuáticas, las ánades y paviotas,4 las harpas y triorchis, los sorges y garzas, comiéndose los unos a los otros sus hijos; el egito, ave muy pequeña, con el asno, porque, estregándose en los espinos para rascarse, le desbarata su nido, y témele en tanta manera que, en oyéndole rebuznar, arroja sus huevos, y se caen de miedo sus pollos, y ansí reboloteando le pica las mataduras. {Son enemigos también} las raposas y culebras del Nilo, y las comadrejas y puercos.


Llámase esalon una pequeña ave que quiebra los huevos de los cuervos, y porque sus hijos son aquexados de las raposas, pagándole en la misma moneda, les pica los cachorros y a ellas mismas; viendo esto los cuervos, ayudan por el contrario a las raposas contra ella, como contra común enemigo.


Vive ansimismo el acantis entre los espinos, y por tanto aborrece de la misma manera a los asnos que se comen su flor. Y el egito aborrece en tanta manera el anthos que se cree no juntarse su sangre, y ansí los infaman de ser aptos a muchas hechizerías. Son, ansimismo, discordes los thoesa y leones. Y ni más ni menos los pequeños y los grandes animales; los sorges5 se guardan de los árboles do andan hormigas. Arrójase el araña, por su hilo, en la cabeza de la serpiente que está estendida a la sombra de su árbol y muérdesela, con tanta fuerza que, salvando a menudo y reboleándose como atónita, no sólo no puede huir, pero ni romperle el hilo de do está colgada; ni tiene esta competencia fin hasta la muerte.


Son, por el contrario, amigos, los pavones y las palomas, las tórtolas y papagayos, las mirlas y zorzales.6 Son la corneja y la garza amigas contra el linage de las zorras, con común enemistad. La harpa y milano contra el halcón. ¿Qué? ¿Y no hay muestras de pasión también entre las serpientes, género cruelísimo de animales? Dicho havemos lo que cuentan los arcadesb del señor a quien defendió un dragón conociéndole por la voz; dígase también en este lugar lo que escrive Philarcho de un áspide, al cual como mantuviesen en Egipto acudiendo ordinariamente a la mesa de cierta casa, {y como} fuese un hijo del huésped muerto de una de {sus crías, al} bolver a comer, según lo tenía de costumbre, entendió {de quién era} la culpa y mató a su hijo, sin tornar jamás a aquella casa.





a. Chacales.

b. De Arcadia.



EL INTERPRETE


1(Sórex o chlorio). Ansí leo y no corvus et chlorio, según testifica Aristóteles en el capítulo I del libro nueve de la Historia de los animales, de donde Plinio tomó lo más de lo que refiere en este capítulo, según el cual pasa esto entre el chlorio y la pipra, que Plinio llama sórex. Dizen a ésta los griegos πιπώ y hay dos: mayor y menor; a ambos llaman los mismos {δρυοκολάπτης}c y los latinos pico marcio, de que en sus lugares proprios havemos ya hablado. 2(Rey de los páxaros). Ansí le llaman hoy en algunas partes, aunque en otras no a él, sino al trogloditis, y en otras paxarico de color azul y una como coronica negra en la cabeza. 3(Piral). Animal es que vive en el fuego, como adelante, con el favor de Dios, veremos. 4(Anades y paviotas). En Aristóteles, en el capítulo allegado, no está ansí, sino ánades, paviotas, harpas y altriorchis (si se sigue esta letra faltan palabras, conviene a saber, con quien traiga su contienda). 5(Mirlas y zorzales). Aristóteles tiene mirlas y tórtolas.


6(Los sorges). Otros leen eruca.

c. En realidad, δρυοϰολάπτης es el genérico de los picos, de los que Aristóteles distingue cuatro especies: el negro grande (Picus martius), el verde (Picus viridis) y el moteado en sus dos formas (Picus major y minor).



TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2