CAPITULO XXXVIII


Del vuelo y andar de las aves


Todos los demás animales tienen su andar cierto y de una manera, cada uno en su género; solas las aves lo hazen de diversas maneras en la tierra y en el aire. Unas andan, como las cornejas; otras saltan, como los gorriones y mirlas; otras corren, como las perdizes y rustículas;1 otras echan ante sí los pies, como las cigüeñas y grullas; otras extienden las alas y, volando, las sacuden a pequeños trechos, y otras muchas vezes, pero solos los cuclillos. Otras descubren todos los lados, otras vuelan por la mayor parte con las alas recogidas, y caminan herido una vez, y otras herido dos, el aire, como tiñiéndola encerrado y apretado consigo. Arrójame en alto, en derecho y hazia abaxo. Parecerte ha que algunas tropiezan, otras que caen de lo alto, y otras que saltan.


Solas las ánades y otras aves de su casta se levantan de presto en alto, y se suben luego al cielo, y esto también desde el agua, y ansí ellas solas entre las aves se libran cuando, acaso resvalando, caen en las minas que se hazen para cazar las fieras. Los bueitres y aves más pesadas no pueden caminar por el aire si no toman poco a poco vuelo o parten de lugar alto y eminente, y goviérnanse con la cola. Unas miran a la redonda, otras doblan el cuello, algunas comen lo que arrebatan con los pies, muchas no vuelan sin voz, y otras vuelan callando, enhiestas, boca abaxo, al través, a los lados, y otras boca arriba, de manera que si se ven diversos géneros de aves juntos no se juzgan caminar de una misma manera.





EL INTERPRETE


1(Rusticulas). Algunos creen ser nuestras chorchas perdizes, no sé con cuánta verdad, pues su carne no es de tan buen gusto como dizen los antiguos tenerle sus rusticulas.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2