CAPITULO XXXVII


Del cernícalo


Y por tanto se deve contar entre éstas el cernícalo, el cual las defiende, espantando y atemorizando con cierta fuerza natural las aves que las matan en tanta manera que huyen de su vista y voz. Y a esta causa los aman extrañamente. Y aun se dize que si lo sotierran en cuatro esquinas del palomar en ollas nuevas embarradas, no mudarán lugar las palomas. Esto mismo han procurado algunos cortándoles las juncturas de las alas con algún cuchillo de oro, porque son de otra manera peligrosas las heridas, y ellas, sin este beneficio, aves muy mudables y que tienen industria de sonsacarse con lisonjas, y corromper las demás y bolver con el hurto más acompañadas.


Y aun han sido mensajeras de cosas grandes, como fueron cuando las embió Décimo Bruto desde el cerco mutinense1 a los reales de los cónsules, con cartas atadas a los pies. ¿Qué le aprovechó a Antonio el baluarte y el vigilante cerco, y las redes extendidas por el río, caminando el correo por el aire? Y aun muchos enloquecen de amor de éstas; edifícanles torres sobre sus casas, y cuentan la nobleza y origen de cada uno con antiguos exemplos. Lucio Máximo, cavallero romano, antes de la guerra civil pompeyana, vendió cada una por 1 600 maravedís, como escrive Marco Varrón. Han también enoblecido sus patrias, porque dizen que en Campania son grandísimas.


Pero su vuelo nos constriñe que tractemos de las demás aves.





EL INTERPRETE


1(Mutina),a Ciudad es de la Gallia Cisalpina, que hoy llamamos Módena.





a. Donde Marco Antonio fue derrotado por Octaviano.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2