CAPITULO XX

De los pavones, y quién fue el primero que los mató para comerlos

Entre éstas precederá a las demás el género de los pavones, no sólo por su hermosura pero por su entendimiento y ufanía alabados. Desparzen sus colores semejantes a los de las piedras preciosas, mayormente contra el sol, porque desta manera echan de sí más resplandecientes rayos, y procuran, con la cola encorvada a manera de concha, ciertos escuros y reflexiones de sombras para los demás colores que se relievan y resplandecen más en lo obscuro; y juntan, amontonadas las plumas, todos los ojos que gustan sean vistos. Los mismos, perdida cada año la cola con las hojas de los árboles, buscan adonde esconderse, tristes y vergonzosos, hasta que torne otra vez a salirles con las flores.

Viven 25 años y comienzan a adornarse de colores a los tres. Dizen los autores ser este animal no sólo jactanzoso, porque también añadieron algunos estas señales en éstos, las cuales yo no apruevo.

El primero que le mató en Roma para que se comiese fue Ortensio, orador, en la cena edicial1 de su sacerdocio. Y el primero que inventa el cevarlos Marco Aufidio Lurco, en el tiempo de la última guerra pirática,a y ganó en esta grangería 60 mil sestercios2 de renta.

a. 67 a. C.

EL INTERPRETE

1(Cena edicial). Es tomado de Marco Varrón en el libro tercero De re rustica, y llamávanse cenas ediciales o adipalas, según parece de Sesto Pompeyo, Varrón y Macrobio, las cenas de los sacerdotes, en que se añadían muchas cosas fuera de orden y de los manjares. 2(Sestercios). En otras partes tenemos dicho qué cuantidad fuesa aquésta, donde podrá verse.

De los pavones índicos, animales de asaz admirable naturaleza, hablaremos a su tiempo.