CAPITULO LIV


De los vivares de las ostras y quién fue el primero que los inventó


Sergio Orata fue el primero que dio en hazer estanques de ostras en el Bayano,a en tiempo de Lucio Crasso, orador, antes de la guerra Mársica, y no por causa de gula sino de cobdicia, adquiriendo por esta su invención grandes rentas. Como aquel que también halló, primero que nadie, los baños pensiles, vendiendo muchas vezes las alearías después de haverlas dellos adornado. Fue también éste el que dio parescer que las ostras del lago Lucrino eran de más excelente sabor, que es cosa averiguada ser un mismo linage de pescados mejor en unas partes que en otras, ansí como los róbalos son mejores en el Tíber, entre las dos puentes; el rhodavallo, en Rávena, las morenas en Sicilia, el elope en Rhodas y otros géneros de la misma manera, que no quiero hazer aquí censura de lo que toca a las cozinas. Aún no servían las riberas de Britania, cuando Orata ennoblecía a Lucrino. Después, acordaron de embiar por ostras hasta Bríndez, última parte de Italia, y porque no hubiese porfía sobre cuáles fuesen las mejores, las de Bríndez o las de Lucrino, les paresció traherlas de Bríndez y echarlas en el lago Lucrino.


Y en aquella misma edad instituyó Licinio Murena los estanques de los otros pescados, cuyo exemplo siguieron Philippo, Hortensio y Lúculo, varones nobles. Y de éstos, Lúculo, rompiendo un monte cerca de Nápoles que le costó más que toda el alearía, dio entrada por un estrecho al mar, por lo cual el magno Pompeyo lo llamava Xerxes Togato, y, muerto éste, se vendieron los pesces por 40 mil cuentos.





a. Baía.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2