CAPITULO XXIV


De los pesces planos


Hay otro linage de pesces llanos que tiene en lugar de espinas ternilla, como las rayas, ujas, lixas,1 tremielgas y los que nos significaron los griegos con nombre de bueyes,2 lamia,3 águilas4 y ranas.5 Y en esta cuenta entran también los galeos6 o cazones, aunque no son planos. Llamolos Aristóteles en griego, universalmente, selachia,7 siendo el primero que les puso este nombre; nosotros no los podemos distinguir si no es llamándolos pesces de ternilla.


Comen todos carne, bueltos hazia arriba, según diximos hazerlo los delphines, y como los otros pescados pongan huevos, este género solo pare animal, como los que llaman cete, sacando la que se dize rana.



EL INTERPRETE


1(Lixas). Ansí llaman en Hespaña el pescado que se dice aquatica entre los latinos y llaman rhina los griegos. Su carne es comúnmente menos preciada y de poca estima. Caza la lixa los peceszillos que a ello se allegan con ciertos apéndices que Aristóteles llama σελάχη o vírgulas, y Plinio pinnas, no sé con cuánta razón. Otro pescado llaman los griegos con palabra compuesta rhinobato por ser hijo de raya y lixa, y los latinos aquatraya, el cual no sólo dize Rondoletio no haver visto, pero afirma que Aristóteles ni Plinio le conoscieron, con engaño, pues es pescado vulgar en algunos lugares marítimos de Hespaña y le llaman angelote, distincto de la lixa o aquàtica. 2(Bueyes). Pescado es muy semejante a las rayas, tánto que algunos le cuentan entre sus especies. Acuérdome haverle visto vender en Sevilla debaxo de nombre de vaca. 3(Lamia). Díxose ansí este pesce por la grandeza de su tragadero. Conoscémosle en Hespaña debaxo del nombre de dentudo, como también la maltha es el mayor de los galeos, aunque Plinio le haze plano por la anchura de su espalda, y tan grande, que se le ha hallado hombre armado en el vientre y aun se sospecha ser éste el cete o pescado grande que tragó a lonas, según que lo cuenta la Sagrada Escriptura. De éste podría ser haverse llamado lamias las rameras, por desipar y tragarse los mozos que para su cobdicia y luxuria engañavan y atrahían a su amor, y aun por ventura gomia, que ansí llamamos los tragones, y que nunca se ven hartos. Su carne no es tan mala que no se pueda preferir a la de muchos de los que llaman galeos. 4(Aguila). Dízese en algunas partes de Italia, como es en Roma, aquilone, en Venecia aquila, en Genova pesce rato, y en Hespaña ratón o chucho. No hay dubda que el pesce que desta manera llaman hoy las naciones sobredichas sea el que dixeron {en blanco en el texto} los griegos y aquila los latinos, pues discurriendo por lo que de él dexaron escripto, y por su forma y propriedades, no hallaremos faltarle cosa para serlo. Es especie de pastinaca marina y tiene, como la uxa, su aguijón o rayo; es pescado desabrido, tánto que aun la gente plebeya le abomina y aborrece. 5(Ranas). Llámanlas en Roma martín pescador, y en Hespaña sapos. Pinta Bellonio por ellas un monstruo con cuatro brazos, el cual yo no sé si vido en la mar, pero a lo menos es cierto no ser éste de que hablamos, según constará al que considerare su antigua descripción.


6(Los galeos). Porque leo zelei quoque, no squali, según que lo haze Aristóteles en el lugar de donde lo tomó Plinio. Del squalo, pescado particular, havemos hablado en otra parte. 7(Selachia). Dízense acerca de nosotros, generalmente, cuando secos, tollos, y los redondos, cuando frescos, cazones.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2