CAPITULO XXIII


De la morena


Desova en todos los tiempos la morena,1 como el resto de los pescados no lo haga sino en tiempo y ocasión cierta y determinada, los cuales huevos crescen brevísimamente. Piensa el vulgo empreñarse, salidas a la tierra, de las serpientes. Aristóteles llama myro el macho que engendra y dize diferir en que la hembra es de varios colores y flaca, pero el myro de uno solo y robusto, y tiene los dientes fuera de la cabeza. Tienen todas ellas, en la Francia septentrional, en la mexilla derecha, siete manchas, semejantes a las estrellas del Norte, que resplandecen con color de oro, pero solamente cuando están vivas porque se deshazen muriendo.


Vedio Pollión, cavallero romano y amigo del divino Augusto, halló en este animal documentos de crueldad y fiereza, zambullendo en sus estanques los captivos condenados, no porque para esto no bastasen las bestias de la tierra, sino porque no se podía ver en los otros géneros despedazado tan súbitamente todo el hombre. Dizen conmoverse en rabia, principalmente, gustado el vinagre. Tienen muy delgado el cuero y, por el contrario, muy grueso las angillas. Escrive Verrio que solían azotar con él los pretextatos2 y, por tanto, no se les haver señalado pena pecuniaria.



EL INTERPRETE


1(Morena). Ansí llamamos vulgarmente en Hespaña la murena de los latinos y griegos, pescado redondo, largo, muy conoscido en ella, ya todo de un color, que dizen ser el macho, ya de diversos, que quieren ser la hembra, cual los vemos en el océano. Viven en altamar, aunque vienen algunas vezes a sus riberas, de tamaño de dos cobdos. Viven más largo tiempo fuera del agua que otros pescados por tener estrechas las agallas y carecen de alas por la razón que carecen después en la tierra las serpientes, lo cual se puede leer en lo que Aristóteles escrivió del andar De los animales. Falso es lo que dizen algunos: engendrar la morena de las víboras en la tierra, y ser el parto de mordedura venenosa, como tengo mostrado en la exposición de Nicandro. Porque tienen, como afirma Aristóteles, su macho llamado myro, tan semejante a las víboras que no es mucho haya trahído a algunos esto en semejante engaño viéndolos acaso juntos. Mantienen las morenas no menos que las anguillas y congrios, y su carne tiene medio entre dura y blanda, de do es que ni engendran humores gruesos ni delgados sino templados y buenos, si no se criaren en lugares donde se les comuniquen mantenimientos viziosos y malos. 2(Los pretextatos). Los que usa van de la vestidura llamada pretexta, de que en el libro octavo hablamos, que eran los mozos hasta 16 años.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2