CAPITULO III


De las bestias del mar {Indico}


Hay en el mar de la India muchos y muy grandes animales, entre los cuales son las ballenas1 de tamaño de cuatro yugeros2 y los pristesa de 200 cobdos. Y no es maravilla, pues son las lagostas allí de cuatro cobdos, y las anguilas en el río Ganges de 30 pies. Vense todas estas bestias por la mayor parte en el mar por el tiempo del solsticio. Entonces la arruinan torvellinos, lluvias y aguaceros o vientos, con aguas que desciendan de lo alto de los montes; la trastornan de arriba abaxo y rebuelven aquellas bestias, levantadas de lo hondo con las olas y, en algún tiempo, con tanta muchedumbre de atunes que la flota de Alexandro Magno enderezó contra ellos las proas de sus navios, no de otra manera que si topara con algún escuadrón de enemigos. Porque si se derramaran y apartaran los unos de los otros no fuera posible librarse, no espantándose estas bestias de voz,3 sonido o golpe, sino de estruendo,4 ni turbándose sino con ruido.5


Hay una medio ínsula grande en el mar Bermejo, llamada Cadara.b Oponiéndose ésta al mar, haze un grande seno,c el cual navegó a remo el rey Ptolomeo en espacio de 12 días con sus noches, porque no corre en él viento alguno. En este lugar, por su grande calma, crescen tan estrañamente estas bestias que vienen a término de no se poder rodear.


Contaron los generales de la flota de Alexandro Magno que los gedrosos,8 que habitan a par del río Ar{a}bis,d hazen las puertas de sus casas de quixadas de pesces, y gastan sus huesos7 por vigas, entre los cuales se hallan muchos de largo de 40 cobdos. Salen también allí a tierra unos pescados semejantes a ovejas8 y, en haviendo pascido las raízes de las matas que hallan, se buelven a la mar. Y otros que parecen en las cabezas a asnos, cavallos y toros, que ansimismo atalan los sembrados y panes.





a. Pez espada.

b. El Katar, en el golfo Pérsico.

c. Golfo de Omán.

d. Probablemente río Anamis o Minnab, que separa la región costera de los pueblos ictiófagos de la Gedrosia interior.



EL INTERPRETE


1(Ballenas). Déstas hablaremos en el capítulo VI deste mismo libro. 2(De cuatro yugeros). Como yugero se tome acerca de los autores unas vezes por medida de 240 pies de largo y 120 de ancho que hazen 28 mil pies cuadrados {y}, otras, por sola la medida de 240 pies en largo, parece increíble de cualquiera manera déstas la grandeza que atribuye la letra del texto a estas ballenas. Si no quisiésemos dezir que Plinio trasladó en latín iugero lo que los griegos llaman plectro, como suele hazerlo otras vezes, el cual plectro es medida de 100 pies en largo. 3(De voz). Podría hazer contra esto dubda lo que Arriano y Strabón refieren, conviene a saber: que las bestias del mar Indico se espantaron con el sonido de las trompetas. Mas, es de advertir, los sobredichos autores hablan de bestias que paren animales vivos y no huevos, como ballenas, orcas, bufeos y otras tales que se llaman en latín propriamente cete y Plinio {habla} de atunes, bestias ovíparas. Deste mismo lenguaje usa Marco Varrón, Galeno y P. Gmeta, nombrando cete todos los pescados de no vulgar tamaño puesto que pongan huevos y no paran animales vivos. 4(Estruendo). Ansí traslado fragore, que es propriamente de cosas que se quiebran, de donde tomó el nombre, o de cosas que parecen quebrarse, cual es el sonido que causen los árboles o armas meneadas o heridas unas con otras, si no dixésemos que el sonido de las trompetas es antes fragor que voz. 5(Ruido). Ansí traslado ruina, que es propriamente de lo que cae con ímpetu o se despepita o despeña.


6(Los gedrosos). Esto lo contaron a los generales de sus vezinos,e que se mantenían y sustentavan de pesces, según de los autores allegados es manifiesto. Lo que toca a los límites y términos desta región Gedrosia, de Asia la Mayor, extra taurun, tiene de parte de occidente la Carmania áltera; de oriente la India, dentro del Ganges; de parte de septentrión a Drangiana, y de la de mediodía al mar Indico. 7(Sus huesos). Confirman esto Diodoro, Strabón y Arriano. 8(A ovejas). Conviene se cuenten estos pescados de que al presente Plinio habla entre los que sólo de nombre se conocen, porque los asellos o pescada, que llamamos en Hespaña, puesto caso que tomaron del asno su nombre, no fue por tener cabezas semejantes a él, sino por el cuero que extrañamente representa su color. Y aliende desto, no son animales amphibios, antes marinos solamente, y aun los mayores viven en lo profundo del mar, en las concavidades de las piedras, de manera que pueden competir (como dize Galeno), si usan de buenos pastos, con los saxátiles; ni salen a apascentarse a las riberas o campos cercanos. Los hipopótamos o cavallos fluviales, dexado aparte que no habitan como éstos en el mar, sino en los ríos, no tienen cabezas de cavallos, antes muy diferentes, según consta, aliende de lo que en el mismo animal por experienza se conoce, de antiguos mármoles y esculturas. Pues otro género de asello que llaman algunos franceses egrefino y cree Bellonio ser la oveja o carnero de los antiguos, tampoco es amphibio o sale a la tierra. Y no son estos solos los que no se conocen entre aquellos de que los antiguos hizieron mención, según que en el proceso más largamente veremos.





e. Los ictiófagos.



TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2