CAPITULO XLVII

De la naturaleza de las ovejas y de su engendramiento

Tiene también el ganado ovejuno grande excelencia, ansí en aplacar a los dioses, como en el uso de sus vellocinos; porque de la manera que provehen los bueyes a los hombres de mantenimiento, ansí se deve a las ovejas el abrigo y amparo de los cuerpos.

Engendran ansí los machos como las hembras, desde dos años de su edad hasta nueve, y otros hasta diez. Las primerizas paren menores los hijos.



Tómanse todas desde que se pone el Arcturo,1 que es desde seis de mayo, hasta que se pone el Aguila,2 que es hasta 22 de julio. Están preñadas 150 días. Lo que después se concibe es flaco e inválido. Llamavan los antiguos cordos3 los que nacían después de aqueste tiempo. Muchos tienen por mejores los corderos del himbierno,4 que no los del verano, por valer más que estén recios antes del solsticio que no antes de la bruma, y dizen que sólo este animal es de provecho, nacido en la bruma. Cosa es muy natural enfadarse el carnero de las borregas y seguir la vejez de las adultas, y él también es mejor en la vejez y más provechoso a ellas.



Refrénase su ferocidad barrenándoles el cueroa [sic] a par de las orejas. Atado el compañón derecho engendran hembras y el izquierdo machos. Hazen los truenos mover las ovejas cuando están solas; el remedio es juntarlas, porque se animen con la compañía. Dízese que conciben machos cuando corre cierzo y, cuando ábrego, hembras.

Tiénese en este género grande cuenta con las bocas de los carneros porque el color que tuvieren las venas debaxo de la lengua, de ese ternán sus hijos la lana. Y si fueren de muchos colores la tendrán ni más ni menos diferenciada. La mudanza de las aguas y bevidas muda también el color.

Dos géneros principales hay de éstas: unas se llaman tectas y otras colonicas. Las primeras son más molles,b y las postreras en el pasto más delicadas, porque comen zarzas las tectas, para cuya coberturac sirven, mejor que todos los demás, los pellejos de las arábicas.

a. Así figura en el manuscrito de Hernández; en otras versiones figura cuerno, como en los códices cornu.

b.Se refiere a la calidad del vellón.

c. Para protección de su propia lana.


EL INTERPRETE

1(Desde que se pone el Arcturo). Porque leo: ab Arcturi occasu; no Arcturi occasum, no sólo por haver códices vetustos que leen desta manera, pero también por dezirlo ansí Varrón en el libro y capítulo II de su Agricultura. Y por lo que se sigue, a tertio id. Maias.d Porque consta del mismo Plinio ponerse en aquel día, en el libro dieciocho y capítulo XXVII. En lo que toca al nacimiento y ocaso desta estrella es de saber que nace hoy, en latitud de 40 grados, como es Toledo, en Hespaña, y Taranto, en Italia, con el Sol, por estos días en que escrivimos, a 21 de septiembre, y se pone a 23 de noviembre. Y nacía en tiempo de Ptolomeo, que fue 32 años después de Plinio, en que hay muy poca diferencia, a seis días de septiembre, y se ponía a dos de diziembre. Lo cual todo consta por tablas que para ello con gran diligencia y precisión se hizieron, considerada su longitud y latitud, y si no se hallaren todas vezes los días tan conformes con los que asigna Plinio, entienda el lector que esta diferencia nace, o de haverse mudado los nombres de algunas estrellas o depravado los textos, cosa que fácilmente acontece, o porque en aquel tiempo acaso se estavan allegadas al cabo estas cosas. 2(Hasta que se pone el Aguila). Pónese el Aguila hoy en la longitud dicha, 21 de enero, y poníase en tiempo de Plinio en 20 del mismo mes, lo cual es tan diferente de lo que Plinio pone que no ha sido fuera de propósito lo que en la anotación pasada avisamos. 3(Cordos).e Ansí los llama también Marco Varrón y, nosotros, mellizos; el cual Varrón llama subrumos a los de leche. 4(Los corderos del himbierno). Porque vale más que, cuando venga el estío, estén recios para que, venido el himbierno, se sustenten, que no comenzando a parar de robustos por el himbierno, su inclemencia y tempestades los destruyan y no dexe medrar.

Pudiéranse aquí añadir las diferencias de las ovejas, las medicinas y mantenimiento; qué se toma de sus partes y sus enfermedades, cura y elección. Mas, porque lo primero pertenece al capítulo que se sigue, lo segundo a la parte medicinal desta obra y lo tercero a la agricultura, no dilataremos este comentario.

a. Tertius idus Maias.

b. Cordus, tardío, fuera de tiempo.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1