CAPITULO XXIV

Del ichneumón

Tiene, pues, el áspide guerra mortal con el ichneumon,1 animal principalmente conocido por esta gloria y nacido en el mismo Egipto. Zabúllese muchas vezes en el cieno,2 sécase al sol y después de haverse armado con esta industria de muchos cueros o lorigas, va a la pelea, en la cual, levantada la cola y bueltas las ancas, recibe sin daño alguno sus heridas hasta que, mirando al enemigo con la cabeza rodeada al través, se le abalanza a la garganta y, no contento con esto, vence a otro no más manso animal.


EL INTERPRETE

1(Ichneumon),a Aunque sea, ansí, que gozen del nombre deste animal cuadrúpede un género de avispas y otro de pescados (según que de los autores antiguos parece), pero al presente hablaremos de sólo aquel de que Plinio haze mención, difiriendo lo demás para sus proprios lugares. Tiene, pues, Solino, el hydro en hydro o nutria vulgar por especie de ichneumon; otros (a los cuales yo más me allego) al ichneumon por especie de nutria, como animal del agua y de la tierra y ansí será el hydro palabra más general. Llámanle algunos (y no sin razón) ophiemacho,b por limpiar a Egipto de áspides, o por ventura también de las demás serpientes, tanto que por esta razón le tienen por sagrado y aun quieren se diga ichoreumón, por investigarlas y buscarlas por el rastro. Es cosa llana (según lo persuade Bellonio) ser el que en Egipto es muy ordinario y llaman algunos ratón de la India, y otros, mejor, ratón de pharaón;c de donde le embió Guillio a Roma, al cardenal Armaignaco y donde le vido Bellonio de la forma y condición que le descriven los antiguos, y esto, esculpido en Roma, en la basa del coloso niliaco, en el jardín del Papa que está en el Vaticano; la mitad (según él mismo dize) mayor que texón, aunque más largo y de diferentes pelos, luengos, duros y de cierto color semejante al de muchos animales de Europa; de cola rolliza y larga, hocico de puerco y ojos muy vivos y agudos, velocísimo y de grande ánimo, tanto que acomete cavallos, camellos, elephantes, crocodilos, serpientes, y otros de semejante fortaleza, y con todo esto (cuando está aplacado y sin enojo) el más manso y más a la contina regozijado y alegre del mundo. Y si Nicandro le compara en forma a la ictis, cuando dice: μορφώ δέ ίχνευτοΰ, κvaνvώτεpov oίov άμνδρότες ίκτιδoς, es por parecerle en el furor y forma, no por ser del mismo tamaño. Dize Aeliano que participa de dos naturalezas y que el vencido (porque también pelean entre sí) sufre y haze el oficio de hembra, y el vencedor el de macho. Mucho se engañan los que creen ser el ratón que nos trahen de la isla del Brasil, del cual ninguna noticia tuvieron los antiguos. 2 (Zabúllese muchas vezes en el cieno). Oppiano no dize que se encostra con lodo, pero que se mete en el arena y se encubre y casi entierra en ella, dexando fuera solamente los ojos y cola, cola redonda y semejante a la de las serpientes, y ansí aguarda al áspide. Mas Aeliano confirma el parecer de Plinio diziendo que se cerca de tal manera de lodo que parece un soldado rodeado de armas y, si falta lodo, lavándose en agua y rebolcándose en algún arenal mojado, toma armas de cosas fortuitas e improvisas para defenderse.

a. También mangosta, Viverra ichneumon.

b. De όφις, serpiente, y μάχη, combate.

c. Comadreja.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1