CAPITULO XIV

De sierpes grandísimas, y otras dichas boes

Dize Megásthenes1 crecer en la India las serpientes en tanta grandeza que tragan los ciervos y toros enteros. Methrodoro cuenta que, a par del río Rhindaco, en Ponto, se tragan las aves, aunque vayan bolando muy altas y ligeras. Sabida cosa es haver vencido Marco Régulo2 cerca del río Bagrada,a siendo capitán en las guerras africanas, con ballestas y otros instrumentos de combatir, como quien conquista algún pueblo, una sierpe de 120 pies en largo, cuya piel y quixadas estuvieron guardadas en un templo de Roma hasta la guerra numantina o de Soria.

Hazen creíble esto otras que hay en Italia, llamadas boes, tan grandes, que siendo el divino Claudio príncipe hallaron en el vientre de una que se mató en el Vaticano un niño entero. Mantiénense éstas principalmente de leche de vacas, de donde se llamaron boes.

Las formas de los animales que vemos cada día en Italia no será menester contar en este lugar muy por menudo.

a. Medjerda.


EL INTERPRETE

1(Megásthenes). De otra escrive Posidonio (según que en el [capítulo] XVI trahe Strabón) que se vido muerta de una obrada de tierra, y tan gruesa, que hombres de cavallo que estavan de la una parte y de la otra no alcanzavan a verse, y de boca tan espantable y abierta que cabía por ella un hombre a cavallo, y de tan grandes y anchas escamas que cada una igualava la grandeza de un escudo. 2(M. Régulo). Haze mención desta serpiente Aulo Gellio en el sexto libro de las Noches áticas, capítulo III, afirmando lo que della Plinio al presente refiere, y Valerio Máximo y Tito Livio. Solino se acordó de la grandeza destas serpientes en el capítulo LX; de muchas diferencias dellas, Aeliano, Diodoro Sículo, Nicandro y Galeno, con todos casi los demás médicos.

En las Indias Occidentales me dizen haverlas grandísimas, pero déstas daremos relación con el favor divino en la Historia natural que, por mandado del muy invictísimo Philippo Segundo, Señor Nuestro, tengo de ir a aquellas partes a escrivir, donde, si Nuestro Señor fuere servido, se tractará de todo lo que Plinio en esta suya del Viejo Mundo escrive. Lo cual será causa que deva la christiandad, entre otras obras heroicas y de inmensa utilidad y honor que a sus reinos ha comunicado, a Philippo Segundo, el mayor y más excelente de todos los reyes, ésta que de su parte ha sido grandísima y nacido de no menor ánimo que la que Alexandro Magno hizo a la gente de su tiempo, encomendando a Aristóteles la descripción de los animales del Universo hasta entonces descubierto, porque como aquel excelentísimo varón no se contentó con subjetar el mundo hasta la India oriental, sí ahuyentar también la ignorancia que en él havía de las cosas naturales, ansí nuestro grande Philippo, conquistada la occidental de aquellos bárbaros, da orden se conquiste también de las tinieblas e ignorancia que nos ha, hasta agora, tenido encubiertos y ocultados tan grandes tesoros.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1