CAPITULO XXXVIII

De maravillosas obras de artífices

El rey Attalo compró por 100 talentos una tabla de Arístides, thebano, pintor, y César, dictador, dos de Thimomacho por 80, que eran Medea y Aiax para ofrecellas en el templo de Venus, engendradora. El rey Candaules compró otra, de Bularcho, de la destruición de los de Magnesia,1 de mediano tamaño, a peso de oro. Demetrio, llamado Conquistador, no puso fuego a Rhodas sólo por no quemar una tabla de mano de Protogenes que estava en aquella parte del muro.

Praxíteles fue excelente varón en cosas de mármol, principalmente por la Venus Gnida2 que labró, muy notable ansí por el furioso amor de un mancebo como por lo mucho en que la estimó el rey Nicomedes; trabajando haverla a trueco de una muy grande suma de dinero que le devían los cnidios. Júpiter Olimpio3 de cada día testimonio de Phidias y, de Mentor, Júpiter Capitolino y Diana Ephesia, a los cuales fueron consagrados los aparejos de su arte.


EL INTERPRETE

Ha llevado nuestra edad tan esclarecidos pinctores y esculptores, y vense obras de sus manos tales, que muchos han porfiado no ser inferior a las de los antiguos, en que estas artes florecieron. Pudiéramos referir en este lugar admirables artífices y obras que en estos tiempos han florecido y se han hecho, si no temiéramos la prolixidad y exceder la determinación que tenemos de, por la mayor parte, declarar en estos comentarios el sentido deste autor.

1(Magnesia). Dos huvo, una en Macedonia y otra en Asia; aquí habla de la asiática, acerca de la cual Scipión Asiático hizo grande destruición en el exército del rey Antíocho. 2(Cnidia). Ciudad es de Caria. 3(Iúpiter Olimpio). Tomó el nombre de Olympia, ciudad de la Morea, donde también se hazían en honra suya los juegos que por eso llamaron Olímpicos.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1