CAPITULO XXXVI

De piedad

Infinitos exemplos de piedad1 ha havido en el mundo, pero en Roma huvo uno, al cual ninguno se puede comparar y fue que una muger parida de baxa suerte, como le tuviesen presa la madre para la hazer morir por cierto delicto y alcanzase entrada en la cárcel, aunque el portero siempre la mirava, porque no metiese mantenimiento, fue hallada sustentándola a sus pechos, por el cual milagro relevaron a la madre de muerte por la piedad de la hija y dieron a ambas de comer por toda su vida, y aquel lugar fue consagrado a la diosa de la piedad en el tiempo que Marco Acilio y Caio Quintio eran cónsules, y hecho un templo en el lugar de la cárcel donde está agora el theatro de Marcello.

Asiendo el padre de los Grachos dos culebras en su casa, como le dixesen los adivinos que biviría él si matase la hembra, antes dixo: «Matad mi sexo, porque Cornelia es moza y puede parir», esto fue conservar la vida de su muger y mirar por el bien de la República, lo cual luego se siguió.

Marco Lépido, después del repudio, murió de amor de su muger. Publio Rutillio, estando en la cama malo de una liviana enfermedad, como le llegase nueva de no haver sido su hermano admitido al consulado, luego espiró.

Publio Catieno Philotimo amó tanto a su patrón que, aunque havía sido dexado por heredado de todos sus bienes, se arrojó en el fuego donde se quemava.


EL INTERPRETE

1(Piedad). No se entienda por esta palabra misericordia, según que veo en nuestra lengua castellana usurparse, sino el respecto que se tiene a Dios, a la patria o a los padres, en la cual significación parece claro tomarla Plinio al presente.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1