CAPITULO XVIII

Exemplos de [varias] figuras

Dízese vivir algunos con los huesos macizos1 y sin tuétano. La señal desto es que ni han sed2 ni sudan, aunque sabemos haver sido vencida la sed con prudencia; porque como a un cavallero romano llamado Iulio Viator, de la gente confederada de los voconcios, le fuese siendo mochacho vedada de los médicos el agua a causa de estar hidrópico, bolvió de tal manera la costumbre en naturaleza que hasta la vejez nunca más bevió.3 Y no éste solo, pero otros muchos se han también vencido en muchas cosas.


EL INTERPRETE

1(Macizos). Aristóteles escrive en el libro tercero De los animales, capítulo VII, que de los huesos de cualquier animal unos tienen tuétano dentro de sí y otros no, y que hay algunos animales sin algún tuétano, cual dizen ser el león, porque éste le tiene muy pequeño y tenue y en pocos huesos. Y más abaxo dize que consta el león de huesos macizos principalmente entre todos los animales, los cuales son tan duros que se puede sacar dellos lumbre, como de pedernal. Esto dize Aristóteles, de donde se ve que siendo el león el animal que más macizos tiene los huesos, apenas le haze Aristóteles del todo sin tuétano ni realmente lo es, y ansí podrá ser que Plinio, lo poco, repute por ninguno en el hombre, si no dezimos que al león acontece esto comúnmente y a éstos de quien Plinio habla fuera del curso ordinario. 2(Sed). Pone por señal de tener los huesos macizos no tener sed ni sudar, lo cual, por ventura, acontece por serles tan natural la sequedad que no apetecen lo húmido, ni les sobra licor que por sudor pueda expelerse. 3(Jamás bevió). Mucho puede la costumbre y podría la humidad del manjar suplir la falta del agua, junto con la del aire inspirado y tocado, según se ha visto por experiencia, aunque todavía parece dificultoso de creer lo que Plinio aquí nos dize, si no es manera de encarecer lo poco que después bevió en el resto de su vida.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1