CAPITULO IV

De mudanzas de sexos y partos de gemelos

De mugeres bolverse en hombres, no es burla. Hallamos en los Annales que, siendo Publio Licino Crasso1 y Cayo Cassio Longino cónsules, una hija de Cassino se tornó muchacho, de donzella, estando debaxo del dominio de sus padres, y que por mandado de los adivinos fue llevado a una isla desierta. Licino Mutiano escrive haver visto en Argos a Arisconte, varón, el cual, siendo primero muger, llamada Arescusa, tomó marido, y como después le naciese barba y lo demás que toca a varón, mudando con el sexo el estado, tomó muger; y que vido en Smyrna un mozo a quien aconteció lo mismo. Yo vi en Africa a Lucio Cossicio, ciudadano trisditano, mudado de muger en hombre el día de sus bodas.



Cosa es que se ve pocas vezes2 vivir los gemelos juntamente con la parida y, si son macho y hembra, mucho menos.

Llegan más presto3 las hembras a la juventud, como también más presto se envejecen.

Muévense los varones en el vientre más a menudo4 y andan en el lado derecho por la mayor parte, como las hembras en el izquierdo.


EL INTERPRETE

1(Publio Licino Crasso). Como traiga en este capítulo Plinio algunos exemplos de donzellas bueltas en varones, ninguno refiere de varones bueltos a donzellas, lo cual parece de maravillar, pues no es menos monstruoso lo uno que lo otro y, por tanto, no creo será fuera de propósito buscar en el principio de la scholia la causa, y de camino dezir algunas cosas que para el entendimiento desta transformación hagan al caso. Adviértase pues que todos estos nacimientos monstruosos, como de gemellos o miembros añadidos, donde se comprehenden los hermaphroditos, se causan de la muchedumbre de la simiente, según lo siente Aristóteles. Adviértase también que el engendrarse hembra, según él mismo en el capítulo I del libro primero, De Generatione Animalium, nace de ser la simiente del varón de quien procede de tan poco calor natural y tan débil, que no siendo parte para perfectamente cozerla y hazerla idónea de recebir la más perfecta forma que es la de varón, ni esperando que en el animal formado se engendrara a su tiempo simiente, sino sangre menstrual, si le da la de hembra, con apercebimiento de miembros aptos para poderla cada mes expeler y exercitar los demás usos proprios a este sexo. Galeno también en el Segundo, De Semine, capítulo VI, lo refiere a la flaqueza y poco calor, pero de ambas simientes (porque quiere, contra el parecer de Aristóteles, que no menos lo de la muger lo sea) y ansí dize que no puede expeler fuera los miembros genitales, los cuales, como Aristóteles también confiesa, no difieren de los del varón, sino en ser más cóncavos y no manifiestarse ansí por de fuera. Lo mismo que Galeno siente Hippócrates en el libro De Genitura. Presupuestos semejantes fundamentos osaría afirmar que jamás se bolvió hombre en muger, ni muger se tornó hombre, después de una vez engendrados, cuanto más después de haver nacido, porque los miembros genitales de ambos no son hábiles para se transformar de unos en otros, aunque sean, como tenemos dicho, en alguna manera semejantes, ni es obediente la materia, ni su radical complexión puede padecer la mudanza que para esto se requería, ni se devía imputar a naturaleza tan fea inconstancia. Lo segundo tengo por verdad: que ni la muger ni el hombre pueden en la mocedad hazerse hermaphroditos, el hombre porque Naturaleza siempre pretende la forma más perfecta, la cual conseguida no hay por qué añada la de la muger, y la muger, por falta de la simiente de que el miembro viril havía de añadirse. Lo tercero, me parece que algunas hasta allí tenidas por mugeres se manifiestan hermaphroditos porque, aliende de Plinio y Gellio y otros autores de nuestra edad que afirman haverlo visto, yo sé que en Hespaña fue una monja echada de un monesterio por esta razón. Más que inconviniente es que el hermaphrodite, que a causa de la muchedumbre de la simiente sacó en su nacimiento una oculta y pequeña verga, creciendo con la edad y dilatándose con el calor, se manifieste, no sin fertilidad, en la juventud. Digo últimamente que esto mismo podría acontecer en el varón, conviene a saber, manifestarse hermaphrodite. Porque como haya dellos cuatro especies, una de hembra, en que supra pudem diem muliere in ephebo est penis et infra idem pudendus testiculi, y tres de machos, la primera de las cuales habet in perineo vulvam, y la segunda in oschei meditullio y en la tercera ex oscheo, velut, pudendo urina profunditur, podría acontescer que saliese alguno del vientre de su madre con uno destos pudendos o con ambos, cubiertos con alguna tela, la cual, andando el tiempo, rompida por arte o por naturaleza, el que se tenía por hombre o por muger hallan de no estar manifiesto su sexo se manifestase hermaphrodite, porque es cierto haver acontescido nacer muger cubierta con tela su natura, y hombres con la suya casi tapada, y rompiéndose aquesta en el discurso de la edad, dar clara muestra de sus sexos. 2(Que se ve pocas vezes). Sospecha tengo que, en este lugar, Plinio dexase escripto lo que dixo Aristóteles en el capítulo IV del libro segundo De los animales, conviene a saber, que atando nacen gemelos pocas vezes viven ellos y la madre si el uno es macho y el otro hembra; siendo contra la naturaleza de los animales que paren uno, parir muchos y mucho más si son macho y hembra, porque aliende de ser la muger una manera de varón imperfecto, la diversidad causa mucho trabajo a naturaleza y el no formarse, como dize Aristóteles, en igual tiempo. Mas aunque esto sea ansí, porque, como quiera que sea, pocas vezes viven la madre y los gemelos y no sin alguna razón, según que acabamos de dezir, dexo el testo como se estava. 3(Llegan más presto). Aquí leo: celerius juvenescunt, porque dezir que se engendran más presto fuera manifiesto error y contrario a la razón y experiencia, y pues los sexos más débiles y fríos suelen engendrar más tarde, aliende que se pugna a lo que escrive Aristóteles en el capítulo III De la generación de los animales del libro cuarto, e Hippócrates en el libro De Natura Pueri, donde da dello la causa, diziendo que se articula y conforma más tarde la hembra, por ser la simiente más débil y húmida que la del varón. Pero allegar más presto a la juventud es cosa muy verdadera y experimentada, por ser su vida más corta. Y ansí lo dize Aristóteles en el mismo capítulo. Y aun se burlan vulgarmente con ellas diziendo que la yerba mala presto cresce. 4(Más a menudo). Moverse los varones más a menudo en el vientre y engendrarse por la mayor parte en el lado derecho es parecer de muy graves autores y acontece a causa de su calor. Aunque no es siempre del lado del varón, cuya es la simiente, ni de la madre, donde se rescibe bastante causa del sexo pues vemos muchas vezes lo contrario, como dize Aristóteles en el libro cuarto De la generación de los animales, capítulo segundo.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1