CAPITULO XXXIV

División de las tierras por paralelos y sombras iguales

Es el principio,a desde la parte de la India buelta al austro. Estiéndese hasta Arabia y hasta los habitadores de la costa del mar Bermejo; compréndese los gedrosos, persas, carmanos, elimeos, Partiene, Aria, Susiane, Mesopotamia, llamada por sobrenombre Babilonia; Arabia, hasta la ciudad de Petra; Syria Cele, el Pelusio de Egipto, y la costa más baxa que se dize de Alexandría; los lugares marítimos de Africa, todos los pueblos Cyrenaicos, Tapso, Adrumento, Clupea, Carthago, Utica, las dos Bonas, Numidia, ambas Mauritanias, el mar Atlántico y las columnas de Hércules. En este pedazo de tierras, en el mediodía del equinoccio, el ombligo que llaman gnomonb de largo de siete pies echa la sombra no más larga que de cuatro, y los más largos espacios del día o de la noche tienen 14 horas equinoccialesc y, por el contrario, las más breves, diez.

El círculo que se sigue comienza de la India que está buelta al occidente, va por medio de los parthos, Persépolis y lo postrero de Persis, y la Arabia hazia septentrión; Judea, y los habitadores del monte Lýbano. Abraza a Babylón, Idumea, Samaria, Hierusalem, Ascalon, Iope, Cesárea, Phenice, Ptolemais, Sydón, Tyro, Beryto, Botrys, Trípol, Byblo, Antioquía, Laodicea, Seleucia, los pueblos marítimos de Cilicia, Chipre, la Creta Austrina, el Lilibeo de Sicilia, las partes septentrionales de Africa y de Numidia; el gnomon de 35 pies haze en el equinoccio la sombra de largo de 24, y el día y la noche mayores [son] de 14 horas equinocciales, con la quinta parte de una hora.

El tercer círculo nace de los indios cercanos al monte Imao. Va por los puertos Caspios cercanos a Media, Cataonia, Capadocia, Tauro Amano, Iso, los puertos Cilicios, Solos, Tarso, Chypre, Pisidia, Side de Pamphilia, Lycaonia, Patara de Lycia, Xantho, Caunos, Rhodas, Cos, Halicarnaso, Gnido, Doris, Chío, Delos, lo de enmedio de las Cicladas, Gitio, Malea, Argos, Laconia, Elis, Olympia, Messene, Peloponeso, Syracusa, Catina,d lo de enmedio de Sicilia, las partes australes de Cerdeña, Carteya y Cádiz. Cien pulgadas de gnomon hazen sombra de 77. El más largo día es de 14 horas y media equinocciales, con la trigésima parte de una hora.

Corresponde al cuarto círculo que está del otro lado del monte Imao, las partes australes de Capadocia, Galatia, Mysia, Sardis, Smyrna, Sipilo, el monte Tmolo de Lydia, Caria, Ionia, Trallis Colophón, Epheso, Mileto, Samno, Chío, el mar Icario, las Cícladas septentrionales, Athenas, Megara, Corintho, Syción, Acaya, Pathre, el Isthmo, Epiro, lo septentrional de Sicilia, la parte oriental de la Galia Narbonense, los lugares marítimos de Hespaña desde Carthago Nova y, de ahí, al poniente. Al gnomon de 21 pies corresponden sombras de 17 pies. El día mayor tiene 14 horas equinocciales y dos tercias de una hora.

En la quinta sección se contiene, desde la entrada del mar Caspio, Bactra, Iberia, Armenia, Misia, Phrygia, Hellesponto, Troas, Tenedo, Abido, Scepsis, Ilis, el monte Ida, Cizico, Lámpsaco, Synope, Amiso, Heráclea en [el] Ponto, Paphlagonia, Lemnos, Imbro, Thaso, Casandria, Thesalia, Macedonia, Larisa, Amphípolis, Thesalónice, Pella, Edessa, Berea, Pharsalia, Carysto, Euboea, Beoti, Chalcis, Delphi, Acarnania, Etolia, Apolonia, Brundusio, Tarento, Thurit, Locri, Rhegio, Lucani[a], Nápoles, Puteolis, el mar Thusco, Córcega, Mallorca y Menorca, el medio de Hespaña. Al gnomon de siete pies corresponden seis de sombra. El mayor día es de 15 horas equinocciales.

En la sexta se comprende la ciudad de Roma, [las] gentes caspias, monte Cáucaso, las partes septentrionales de Armenia, Apolonia encima del Rhindaco, Nicomedia, Nicea, Chalcedón, Constantinopla, Lysimachia, Chersoneso, el golfo Melane, Abdera, Samothracia, Maronea, Aeno, Besica, lo de enmedio de Thracia, Peonía, Illírico, Durazo, Canusio, las partes últimas de la Pulla, Campania y Hetruria, Pisa, Luna, Luca, Génova, Liguria, Antípolis, Marsella, Narbona, Tarragona, lo de enmedio de la Hespaña Tarraconense y después Lusitania. Al gnomon de nueve pies corresponden ocho de sombra. El más largo día es de 15 horas equinocciales, añadida la nona parte de una hora, o como quiso Nigido, la quinta.

La séptima división comienza de la una costa del mar Caspio y cae sobre Callatis, Bósphoro, Borýsthenes, Tomes, las espaldas de Thracia, Triballos, el resto de Sclavonia, el mar Adriático, Aquileia, Altino, Venetia, Vicentia, Padua, Verona, Cremona, Ravena, Ancona, Piceno, marsos, pelignos, sabinos, Umbria, Arimino, Bolonia, Placentia, Milán y todo lo que está del Apenino a esta parte y, del otro cabo de los Alpes, la Galia Aquitania o Gascuña, Vienne, Pyreneo y Celtiberia. [Tiene un gno]mon de 35 pies [que] cor[respo]nden sombras de 36 pero de manera que, en parte de la región de Venecia, se iguala la sombra al gnomon. El mayor día es de 15 horas equinocciales y tres quintas partes de hora.

Hasta aquí havemos celebrado lo que escribieron los antiguos; los más diligentes de los que se siguieron asignaron lo que resta de las tierras con tres secciones, desde el Tanais por el lago Meotis y sármatas hasta el Borísthenes, y ansí por los dacos, Gallias y parte de Alemania, abrazando las riberas del Océano donde el más largo día es de 16 horas. La otra por los hiperbóreos, y Britania, de 17 horas y la postrera sección la Scýthica desde los montes Rypheos hasta Thule, donde los días según diximos se continúan, a vezes, los mismos antes de los principios que hezimos pusieron dos círculos, el primero por la ínsula Meros y Ptolemais edificada en el mar Bermejo para la caza de los elephantes, donde el día mayor es de 12 horas y media, y el segundo que va por Syene de Egipto, de 13 horas. Estos mismos añadieron a cada uno de los círculos hasta el último una media hora y esto baste en lo que toca la descripción de la Tierra.

a. La primera zona.

b. Estilo o vástago, cuya sombra indica las horas en el reloj de sol.

c. Recuérdese que la hora romana es 1/12 del tiempo que media entre la salida y la puesta del sol, cualquiera que sea la estación del año. En los equinoccios la duración del día y de la noche son iguales. El texto afirma que los días más largos, en el verano, duran 14 horas de duración media, equinocciales.

d. Por Catavia.


EL INTERPRETE

Divide en este capítulo nuestro autor la tierra habitable por paralelos y las distancias o intervalos de éstos por las sombras y gnomon, que llaman también ombligo, porque cuanto éste se aparta más del Sol haze más larga la sombra, de do viene que en Egipto y en el círculo que por él pasa, en el tiempo del equinoccio, se haze la sombra poco mayor que la mitad del gnomon. En la región de Venecia y su paralelo, que dista de la equinoccial 40 grados, por abrazar la mitad de la cuarta de la esphera, es la sombra igual al gnomon y ansí va creciendo según que el paralelo del Sol se va apartando. Ptolomeo divide también la Tierra que él supo ser habitada con secciones o líneas paralelas, cuyas distancias no distinguió con sombras y gnomon, como Plinio, pero por la diversidad de los mayores días unos entre otros excediendo por una cuarta de hora los unos a los otros intervalos. Son estos paralelos unas líneas circulares que distan por todas partes igualmente, las unas, como digo, de las otras, pero no por iguales grados o partes de meridianos. Ni a iguales grados destos paralelos corresponden iguales distancias o millas en la Tierra, antes tanto más cuanto son los paralelos más llegados a la equinoccial, o mayores y hasta de Ptolomeo se tiene por mejor manera de dividir la Tierra. Verdad es que en nuestros tiempos, a causa de la mayor declinación del Sol y de haverse descubierto muchas más tierras hazia todas cuatro partes del mundo y mayormente hazia occidente y mediodía, ni el mundo de los paralelos ni el esceso de los días mayores corresponde al de los antiguos, lo cual es causa que sea menester mayor diligencia cual algunos modernos han, sobre Ptolomeo, hecho, añadidas para mayor claridad y verdad tablas a do se acudirá, porque la ocasión no sufre que más nos estendamos.

Antes pido al benigno lector licencia para acabar con la parte desta obra que toca a geographía, en que se ha dado razón del discurso de Plinio en ella, castigando lugares depravados declarándolos difíciles, y conferido lo antiguo con lo moderno, bien sé que según la dificultad desta materia, mudanzas de nombres y regiones, errores de los antiguos, depravaciones de códices y negligencia de modernos, apenas habrá quien pueda, cotejado lo antiguo con lo de hoy, hazer perfecta doctrina, en particular deste tan excelente negocio, cuanto más yo, que soy el menor de todos y que hago principal profesión de otras cosas muy diferentes. Otras cosas havía más generales y necesarias para el conocimiento perfecto de aquesta facultad, como fuera dezir la utilidad de la geographía, la diferencia que hay entre ella y la cosmographía, corographía y topographía, lo que es menester para hazer descripciones en plano o en redondo del mundo o de cualquiera parte de él, o entender las hechas de otros, como son los eclipses, longitudes y latitudes, distancias de ciudades, climas, paralelos, diversidad de días en cada región, las millas que corresponden en cualquier círculo mayor o menor a cada grado, términos desta facultad, historias y peregrinaciones antiguas y modernas, mudanzas de nombres y de ciudades, o las que del todo se han perdido o fundado de nuevo, división general antigua y moderna del mundo, y la correspondencia de ambas y como no ha siempre guardado nuestro autor el debido orden de describir la Tierra, pero porque otros antiguos y modernos han procurado de lo hazer y no es al presente nuestro intento enseñar lo general desta facultad a los que del todo carecen della dilatando inmensamente este libro, sino sólo ayudar a los que de los principios del todo no carecen, para entender lo que en particular refiere nuestro autor, no nos culpará nadie por lo que se dexa de dezir entendiendo que no sin deliberación y consejo lo havemos callado. Antes terna en algo al benigno lector mi voluntad que ha sido del bien común y público aprovechamiento a honra y gloria de Dios, nuestro Señor, que sea por siempre bendito y loado.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1