CAPITULO XX

Del río Indo

El río Indo, llamado Sando1 de los de la tierra, sale de un collado del monte Cáu[ca]so que dizen Paropamiso,a contra el nacimiento del Sol; recibe también 20 ríos. Pero los más famosos: el Hydaspe,b que lleva otros cuatro, y Cantabras, que tres. Y de los que se pueden por sí navegar: el Acesinec e Hyphasisd pero, con cierta templanza de sus aguas, nunca es más ancho que de 50 estadios o más hondo que de 15. Haze una ínsula muy grande que llaman Prasiane y otra, menor, que dizen Patale,e y navegándose por un cuento 240 millas (según cuentan los autores más moderados) y con cierta compañía del Sol, caminando hazia occidente, desagua en el Océano.

Pone la medida de la costa hasta él, según lo hallo escripto generalmente, aunque todas ellas discordan entre sí: desde la boca del Ganges hasta el promontorio Calingof y el pueblo Dandagula hay 725 mil pasos; hasta Tropina, un cuento y 225 mil; al promontorio de Perimula, donde se haze la más célebre feria de la India, 750 mil; al pueblo que está en la ínsula que arriba llamamos Patale, 620 mil.

Gentes montañesas, entre él y Iomanes: los cesos; cetribones, silvestres; después, los megallas, cuyo rey tiene 500 elephantes y número no sabido de gente de a pie y de a caballo; los chriseos, parasangas y los asangas, llenos de tigres, arman 30 mil peones, 300 elephantes y 800 de caballos. A éstos encierra el Indo, rodeado de todas partes de montes y por desiertos, espacio de 635 mil pasos.

Abaxo de los desiertos están los daros y suras, otra vez soledades, por 188 mil pasos, cercadas muchas vezes de arenas, no de otra manera que las islas del mar. Abaxo destas soledades están los maltecoras, singas, marohas, rarungas, morunes, masuas y pagungas. Estos habitan en los montes, que por gran trecho ocupan la costa; son libres y sin reyes, y tiene muchas ciudades en sus cumbres. Sigílense los nareas, a los cuales encierra el monte más alto que hay en la India, llamado Capitalia. Los moradores déste, por el un lado, sacan metales de oro y de plata, abundantemente. Están, después déstos, los oraturas, cuyo rey tiene para la guerra sólo diez elephantes, pero grande poder de gente de pie. Y los varatatas, los cuales no crían elephantes debaxo de su rey, en confianza de la gente de pie y de caballo que tienen; los odomboeras, salabastras y horatas, con una ciudad muy hermosa, fortalescida de fosos llenos de agua, por los cuales no dexan pasar a nadie, si no es por puente, los cocodrilos que en ellos se crían codiciosísimos de cuerpos humanos. Alábase, también, otro pueblo acerca de éstos, llamado Automela, puesto en la ribera, por el concurso de cinco ríos que allí se juntan y por el famoso mercado que en él se haze. Sírvese su rey en la guerra de 1 600 elephantes, 150 mil peones, y cinco mil caballos. El rey de los charmas, el cual es más pobre, tiene 60 elephantes y otras pocas de fuerzas.

Después está la gente de los pandas, sola de todos los Indios señoreada de mugeres. Dízese haver sido una deste sexo hija de Hércules y, por tanto, como a más agradable haverle sido dado este reino y que las sucesoras de aquésta son señoras de 300 pueblos, de 150 mil hombres de pie y de 500 elephantes. Después de ésta, los sirenos, de 300 ciudades: derangas, posingas, buzas, gogiareos, umbras, nereas brancosos, nobundas, concondas, neseos, pedatritas, salobriasas y olostras, que allegan a la ínsula Patale, de cuya postrera ribera hasta los puertos Caspios se dize haver un cuento y 825 mil pasos.

Después habitan, desde aquí, la ribera del río Indo, que tienen contrario con evidente demostración, los amatas, bolingas, galitalulas, dimuros, megaros, ordabas y mesas; después déstos, los uros y silenos. Después hay desiertos hasta 250 mil pasos, los cuales pasados están los organagas, abaortas, sibaras, suertas y, después déstos, soledades no menores que las pasadas. Después, los sarophages, sorgas, baraomatas y humbritas, de los cuales hay 12 naciones y cada una dellas tiene su ciudad; los asenos, moradores de tres ciudades. Su cabeza es Bucéphala, edificada en honra del caballo del rey Alexandro, que se llamava deste nombre, que está allí enterrado. Encima déstos están los montañeses, al pie del Cáucaso: soleadas, sondras, y pasado el Indo y por la ribera abaxo, los samarabrias, sambrucenos, brisabritas, orsios, antíxenos y taxillas, con su insigne ciudad. Ya baxando a los llanos, los cuales todos se dizen amandras, cuatro pueblos: peucolaitas, arsagalites, geretes y asoos. Porque algunos terminan la India de la parte de occidente, no con el río Indo, pero añádenle cuatro satrapíasg o prefecturas que son: gedrosos,h arachotas,i arios y paropamisadas.j

a. En realidad nace en el SO. del Himalaya.

b. Jhelum.

c. Chenab.

d. Sutlej.

e. Delta del Indo, Haiderabad.

f. El reino de los Kalingas ocupaba los Ghates orientales.

g. Gobiernos de las provincias persas.

h. Ocupaban el Beluchistán (Pakistán) y el SE. del Irán.

i. Kandahar, en el sur de Afghanistán.

j. Al norte de Afghanistán.


EL INTERPRETE

1(Llamado Sando). Sinto le llama Arano y dize tener siete bocas, como hoy se sepa por experiencia no tener más de dos, aunque se sabe abundar, como en los tiempos de aquel autor, en grande número de serpientes. Ya diximos nacer en el Imao, como el Ganges, y desbocar en el océano Indico. Pasa por la ciudad de Cambaya, a la cual se entra por él en su creciente que, al contrario de los otros mares, mengua cuando crece la Luna y crece cuando mengua.

De las naciones y ciudades que en este capítulo refiere el autor, junto con los demás montes y ríos, podría asignar algunos nombres modernos el que lo cotejase con las navegaciones de hoy, puesto caso que a causa de no haverse en aquellos tiempos asendereado la tierra, y de las mudanzas que en todas las cosas cada día acaecen, no podría esto del todo acabarse.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1