CAPITULO XV

De las gentes cercanas al mar Hyrcano

Confinan con los adiabenos los que llamavan antiguamente cadurcos y agora dorduenos, los cuales baña el Tigris, y con éstos los pratites, que llaman paredones, que ocupan los puertos Caspios. Ocurren a éstos por el otro lado los desiertos de Parthia y collados de Citheno. Después, el seno amenísimo de la misma Parthia, llamado Choara. Hay allí dos ciudades de los parthos, opuestas antiguamente a los medos: Calíope y otra, en un peñasco, llamada antiguamente Isatis. Pero Hecatompylos,1 cabeza de la misma Parthia, dista de los puertos [Caspios] 133 mil pasos y, ansí, también los reinos de los parthos se cierran con puertos. A los que salen de los puertos recibe luego la gente de los caspios hasta las riberas, la cual dio nombre a los puertos y al mar [Caspio]; la parte izquierda es montuosa. Desde esta gente, bolviendo para atrás, hasta el río Cyro,2 se dize haver 220 mil pasos, y desde el mismo río, si se sube a los puertos, 700 mil: Porque este límite señalaron los viajes de Alexandro Magno, divulgando que había desde estos puertos hasta el principio de la India 15 680 estadios. Hasta el pueblo Bactra,a que llaman Zariaspa, 3 700 y, de ahí al río Iaxarte, cinco mil.

a. Balch o Balkh, hoy Wazirabad, en Afghanistán.


EL INTERPRETE

Tracta en este capítulo nuestro autor de las gentes caspias, las cuales habitan a par del mar Hyrcano o Caspio y le dieron, ansí como también a los puertos, nombre, por razón destos caspios. Haze mención de los adiabenos confines a Armenia, y a los caspios de que en otras partes se haze más de propósito mención. Tócanse también algunos pueblos de los partos que por ser ansimismo cercanos, pero déstos hablaremos en otra parte con más comodidad. Finalmente, dize haver desde los puertos Caspios hasta Bactra, que vulgarmente llaman Ephra, y sus pueblos bactrianos, dichos hoy Corasan, provincia, 3 mil 700 y, de ahí al río Iaxarte, cinco mil.

1(Hecatomphylos),b hoy se llama Iex. 2(Cyro), Cirech.

b. Existió cerca de la actual Damghan, en Irán.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1