CAPITULO C

Qué sea la fuerza del Sol y por qué es salado el mar

Y, ansí, viendo que con el ardor del Sol se seca la humidad, dizen ser este planeta masculino, el cual tuesta y sorbe todas las cosas y causarse sabor salado en el mar que está por tan grande espacio tendido, o porque consumida su parte dulce y delgada, la cual fácilmente atrae la fuerza que tiene de fuego, queda todo lo que es más áspero y grueso. Y por tanto el agua que está en lo más hondo del mar es más dulce que la somera, y toda es de sabor áspero, no porque la mar sea sudor eterno de la tierra, o porque se le mexcla mucho de vapor seco, o porque la naturaleza de la tierra inficiona las aguas convertiéndolas en naturaleza de sal, siendo de suyo dulces y saludables.

Dízese haver acontecido un caso prodigioso a Dionisio, rey de Sicilia, cuando le quitaron el reino y derribaron de aquella potencia y trono, y fue que se endulzó un día, en el puerto, la mar.


EL INTERPRETE

La causa de la salsura en cualquier liquor es cierto no ser otra que la mexcla de lo grueso y terrestre, o del vapor crudo, con la humidad; vese esto en el sudor y urina humana y también en las lexías. Y de la misma manera, la causa de la salsura en el mar [es] el Sol que saca a la parte superficial del agua lo dulce, y levanta del hondo la exhalación gruesa y terrestre que, quemada del Sol, torna a caer con el vapor o lluvia, y mezclada con las aguas marinas, las haze saladas. La [causa] material es la exhalación que, levantada como he dicho, haze la salsura; la formal es aquel colarse por los vapores secos el agua, como si pasase por ceniza. La final es estorvarse la putrefacción, porque las demás aguas se preservan deste inconveniente con el movimiento y, la mar, con la sal. Que la salsura de la mar se cause de vapores adustos, muéstralo que si se echa dentro un vaso tapado con cera, el agua que entra es dulce, donde no pudieron penetrar estos vapores. Iten, si se destila y si se pasa por arena o por cualquiera piedra espongiosa y otra cualquier más porosa.

También, en las regiones meridionales, do hay mayor calor y ocasión de adustión, y en el otoño a causa de preceder el calor del estío, está el mar más salado; ansimismo, el agua marina es más gruesa y pesada, según consta por diversos indicios.

Conclúyese, pues, ser la causa más cierta de la salsura la que tengo referida y se saca de las que, por diversas, parece poner nuestro autor.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1