CAPITULO LXXV

Dónde es el día [más largo] y dónde [más corto]

Ansí acontece que, con el vario crecimiento de la luz, en Meroe1 contenga el día más largo 12 horas equinocciales y ocho partesa de otra; en Al[e]xandría 14, en Italia 15 y en Inglaterra 17, donde en el estío2 hazen las noches claras cierta demostración de aquello que muestra la razón a creerse. Y es que, llegándose el Sol por los días del solsticio estival lo más que es posible al Polo del mundo, haze que allí sean los días continuos3 por estar entonces todo el círculo por donde el Sol anda encima de la Tierra y, por el contrario, apartándose hazia el brumal, las noches. Lo cual escribe Pitheas Massiliense ha- zerse en la ínsula T[u]le,b que dista por navegación de seis días de Britania, y aún otros dizen que también en Mona,c que dista de Camaloduno,d pueblo de Britania, casi 200 millas.

a. Era común considerar novenas partes de hora y, en este supuesto sería 8/9 de hora.

b. Isla legendaria. Casi con certeza, la actual Islandia.

c. Isla de Anglesey.

d. Si es Camulodunum, hoy sería Colchester.


EL INTERPRETE

Contiene este capítulo la exposición de la demostración tercera de las causas de la desigualdad de los días y de las noches, para el entendimiento de la cual se advierta que el Sol, que es autor de la luz, de tal manera se mueve en su orbe que alumbra continuo aquella mitad de la Tierra que se estiende contra el Sol y, entonces, queda la otra mitad obscura porque los rayos no pueden alumbrarla. Este espacio de tiempo en que el Sol anda sobre algún hemispheric se llama día artificial (porque día natural es la revolución del que llaman firmamento, con tanta parte de la equinoccial cuanta responde al arco que el Sol anda en el Zodiaco en 24 horas), y lo demás se llama noche artificial y, ansí, día artificial no es sino el arco del paralelo que está entre el horizonte ortivoe y el occidente, el cual descrive el Sol con el movimiento del mundo; el resto del paralelo se llama noche. Y porque en la esphera recta estos arcos de los paralelos son cortados del [h]orizonte recto en iguales partes, es forzoso que allí sean estos días iguales con las noches, aunque en otras partes de la Tierra se corten estos arcos desigualmente, si no es en las comunes intersecciones del equinoccial y horizonte. Luego, siempre son los días y las noches desiguales sino es dos vezes en el año, conviene a saber, cuando el Sol está en el principio de los signos equinocciales. La causa desta diversidad es la intersección del horizonte y línea equinoccial en ángulos desiguales o impares. De la misma manera, cualquier paralelo de los días naturales que el Sol del un cabo y del otro de la línea equinoccial descrive, es cortado del horizonte en ángulos desiguales, luego el tiempo que responde a estos arcos será también desigual, de manera que el mayor ocupe más tiempo y, al contrario, el menor, menos, y por el consiguiente, cuando huviere mayor arco sobre el horizonte, el día será más largo y, cuando menor, será más breve. La segunda razón y principal de la desigualdad de los días y de las noches es la desigual ascensión de los arcos de la eclíptica con los de la línea equinoccial; la cual sube igual y uniformemente en cualquier horizonte.

1(En Meroe). Este es el primer exemplo que Plinio trahe, y acontece por apartarse esta ínsula algo de la equinoccial, de do es que los paralelos diurnos forzosamente comienzan a variarse algo de los nocturnos y hazen el día algo menor que de 12 horas, por ser el arco diurno algo menor que el nocturno. El paralelo que pasa por Meroe tiene 12 grados y medio de elevación. 2(Donde en el estío). Dize que las noches, a causa de no alexarse mucho el Sol dan a entender con su luz de los que se apartan a septentrión tanto que viene a estar debaxo del Círculo Artico, tienen los días de 24 horas y, por el contrario, tienen cuando inclina el brumal las noches de la misma cuantidad. 3(Continuos). Quité sen is mensibus porque el mismo Plinio, en el libro cuarto, capítulo XVI, donde refiere este mismo lugar, dize hablando de Thule: in quo solstitio nullas ce noctes indicavimus, Cancri signum Sole transeunte, nullosque contra per brumam dies, y lo mismo refiere Cleomedes, en el libro primero y Marciano Capella en el sexto, de Pitheas Massiliense, cuya opinión es la que trae al presente nuestro autor.

e. De orto, aparición de un astro.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1