CAPITULO LXXII

Experiencias de lo mismo hechas por los gnomones

También los relojes de sol1 no en todas partes muestran la verdadera hora por variarse las sombras del Sol a cada 300 estadios o, a lo más largo, a cada 500. De manera que la sombra del gnomon,2 en Egipto, en el tiempo meridiano del día del equinoccio, es poco mayor que la mitad del gnomon y, en Roma,3 falta a la sombra la nona parte del mismo, y en Ancona4 sobra la trigésimaquinta, y en la parte de Italia5 que llaman Venecia, se haze a la misma hora igual la sombra al gnomon.


EL INTERPRETE

(Del primer relox). Esto quito porque no se tracta hasta el capítulo LXXVI.

La cuarta demostración de la redondez de la Tierra se toma de la diversidad de las sombras que echa el gnomon o índice cuya sentencia es ésta: si la Tierra fuese llana la sombra del gnomon sería en todas partes igual, pero varíanse las sombras de los gnomones, luego la Tierra no es llana. La mayor proposición consta ser verdadera porque, si la Tierra fuese llana, el Sol se levantaría igualmente a todos sobre el horizonte, y por el consiguiente no podría haver diversidad de sombras, la cual se haze por caerles igualmente los rayos del Sol sobre el opaco y esto causa la desigual altura meridiana del Sol en diversos lugares (porque aquí solamente hablamos de la sombra meridiana y de la llamada recta). De donde es que, de la cuantidad de la sombra meridiana se conoce la altura del Polo y, por el contrario, de la altura del Sol, la sombra meridiana, de lo cual hay en perspectiva no pocas reglas de que trah[e]remos al presente solas las que nos pareciere ser necesarias para declaración del texto. Y será la primera: cuando quiera que el altura del Sol es de sólo 45 grados, es la sombra igual al gnomon, por ser uno mismo el seno de su altitud y el de su complemento. Quiero dezir que el Sol está enmedio del cuadrante, de do se sigue igual razón de los umbrosos a sus sombras. La segunda: cuando la altitud del Sol es de más que 45 grados, la sombra recta es menor por sobrepujar el seno de la altura solar al seno del complemento de la misma altura. La tercera: cuanto el altura del Sol es menor que 45 grados, la sombra recta es más larga. De do es que, entre nosotros, por el tiempo del himbierno, siempre son las sombras más largas que los cuerpos, a causa de no llegar en este tiempo el altura del Sol a 45 grados, pero en los signos boreales algunas vezes es la sombra menor por la mayor altura del Sol. Esta demostración que tenemos referida expone Plinio por exemplos.

El primero es 1(Los reloxes del Sol). Lo cual acontece porque en ellos la sombra del gnomon se varía y muda según la elevación de la línea equinoccial. Aunque este círculo, según la diversa altura del Polo, no de una manera se levanta luego, es necesario que su uso también se mude mudándolos a otros lugares donde no hay la misma altura de Polo o de línea equinoccial porque la elevación del Polo haze toda la variedad en las apariencias, por lo cual no puede ser que tengan todos los instrumentos no adaptados a la elevación polar constancia y certeza, y no se puede señalar otra causa desta diversidad sino el tumor y redondez de la Tierra que en unos cabos se levanta más y en otros menos, según la convexidad de la esphera. 2(La sombra del gnomon). Este es el segundo exemplo, y quiere dezir que el gnomon o estilo (que es cualquiera cosa que levantándose sobre el [h]orizonte a ángulos rectos haze en él sombra) es casi doblado a la sombra y, como sea la sombra menor, es necesario que la altitud del Sol sea tanto mayor que 45 grados. Cuanto el cuerpo o gnomon excede a la sombra, y excede a la sombra en la mitad y algo más, luego la altura del Sol a mediodía del equinoccio será de 60 grados, los cuales quitados de todo el cuadrante, que es de noventa, dexan a la elevación del Polo treinta, cual es casi en Alexandría. 3(En la ciudad de Roma). Tercero exemplo es, donde dize que en Roma al tiempo del equinoccio es la sombra menor que el gnomon una nona; quiero dezir que la proporción del gnomon a la sombra es como de nueve a ocho, luego la sombra es menor que su gnomon una nona y, por el consiguiente, es necesario que el altura del Sol sea tanto mayor que 44 grados, conviene a saber, una nona, la cual juntada saldrán 50 grados de altitud meridiana y, si éstos se quitaren de noventa, quedará la elevación del Polo de 40. 4(En el pueblo de Ancona.) Este es el cuarto exemplo, en que dize ser la sombra mayor que el gnomon una tricésimaquinta, como si el gnomon fuese de 36 partes la sombra será de 34 luego la altitud meridiana del Sol será de más de 45 grados una tricésima quinta deste número, conviene a saber, un grado y dos séptimas. Esto sumado se saque a 90 y quedará la elevación del Polo en Ancona de 44 grados. 5(En la parte de Italia.) Quiere dezir que, porque la sombra es igual al gnomon, será la altura meridiana del Sol en el equinoccio de 45. El complemento destos grados, que es 45, será la elevación del Polo. Vale la consecuencia porque, ansí como el cuadrante es desde el Polo hasta la equinoccial, ansí también el cuadrante es desde el zenit hasta el horizonte. Luego si en el tiempo del equinoccio la distancia del horizonte a la altura del Sol es de 45 grados, conviene a saber, la mitad de su cuadrante, será lo demás otra mitad, porque aquellos espacios son iguales del Polo a la equinoccial y del zenit al [h]orizonte. Si alguno deseare más larga doctrina destas cosas lea a Vernero, sobre el primero libro de la Geographía de Ptolomeo, porque allí la hallará cumplida.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1