CAPITULO LXX

De la desigualdad [que] del nacimiento de las estrellas se haze. Del eclipse y dónde y por qué [se haze]

Tres círculos implicados con las sobredichas zonas distinguen las desigualdades de los tiempos. El solsticial, por la parte del Zodiaco más levantada a nosotros, hazia el septentrión, y el brumal, por el contrario, hazia el otro Polo, y el equinoccial, que discurre por medio del Zodiaco. La causa de las otras cosas de que nos admiramos consiste en la figura de la misma Tierra, la cual se entiende ser semejante a globo y en ella las aguas.

Por las mismas razones, y ansí acontece sin falta ninguna, que las estrellas de la región septentrional jamás se nos ponen y, por el contrario, las de mediodía jamás nos nacen y también no ven ellos las septentrionales levantándose el globo de la Tierra e impidiendo el medio a su vista. La Troglodita no ve los Septentriones,a menos que su vezina Egipto, ni Italia el Canopo ni el que llaman Cabello de Bereniceb y el que, imperando el Divino Augusto, llamaron el Trono de César,c estrellas insignes que hay en aquella parte.

Y es tan manifiesta la redondez de la Tierra y del agua que el Canopo se ve en Alexandría levantado casi la cuarta parte de un signo encima de la Tierra. Y, el mismo, en Rhodas, casi pegado con la Tierra, y en el Ponto Euxino, totalmente.

No se parece donde está muy levantado el Septentrión. Este mismo Septentrión se esconde en Rhodas y más en Alexandría. En Arabia, ocultando en el principio de la noche por el mes de noviembre, se muestra a la medianoche;1 en Meroe, por el estío, parece un poco sobre tarde y, pocos días antes del nacimiento del Arcturo,2 se ve con el día.

Hallan principalmente estas cosas los que navegan, a los cuales el mar parece, en unas partes, estar cuesta arriba y, en otras, cuesta abaxo, manifestádoseles súbitamente y como levantándose del mar las estrellas que estavan ocultas con la eminencia del globo de la Tierra, porque no se levanta (según pensaron algunos) el mundo hazia nuestro Polo. Porque, si ansí fuera, de todas partes se vieran estas estrellas sino que parecen estar más levantadas a los más cercanos dellas, y baxas a los que están lexos. Y como agora parece nuestro Polo alto a los que estamos puestos en lo baxo, ansí a los que huvieren pasado a aquella declividad de la Tierra se elevará el otro, abaxándose el que antes se levantava, lo cual fuera imposible acontecer en otra figura que la redonda. Y por esto no ven los orientales3 los eclipses vespertinos del Sol y de la Luna, ni los occidentales los de la mañana, como vean muchas vezes los de mediodía. En aquella famosa victoria del Magno Alexandro que hubo acerca de Arbella, se dize haverse eclipsado la Luna dos horas andadas de la noche, y el mismo día se vido en Sycilia salir eclipsada.d Y el eclipse del Sol que se hizo en Campania entre siete y ocho horas andadas del día, a 30 de abril, siendo cónsules Vipsanio y Fonteyo,e que fueron pocos años ha, escrive el capitán Corbulón haverse visto en Armenia hora y media antes que el Sol se pusiese y esto acontece por ocultarse y descubrirse diversas partes del Cielo a diversas gentes, lo cual no pudiera ser si fuera llana la Tierra, antes todo se descubriera junto a todos y las noches no fueran desiguales, ni experimentaran iguales intervalos de horas, otros que los que habitan debaxo de la línea equinoccial, los cuales agora son en todas partes iguales.

a. La Osa Mayor.

b. Constelación entre Bookes y León, debajo de los Lebreles.

c. Cometa de César.

d. El eclipse tuvo lugar el 20 de septiembre del 331 a. G, 11 días antes de esa victoria.

e. El año 59 d. C.


EL INTERPRETE

Contiene este capítulo dos proposiciones: la primera es que la diversidad de los días y de las noches nace de los tres círculos que cercan la tórrida zona; la segunda, que la Tierra con el agua hazen un cuerpo esphérico: Esto prueva con dos razones: la una, persuade que sea redonda según su latitud y, la otra, que según su longitud.

1(Se muestra a la medianoche). Esto afirma Plinto fuera de razón y de lo que pasa. 2(Arcturo). Del nacimiento del Arcturohablamos en otras partes deste volumen. 3(No ven los orientales). La razón es porque les anochece más presto y ansí le ven los occidentales, porque les acontece de día, anocheciéndoles más tarde. De la misma manera se entenderá cómo los occidentales no ven el matutino, que es por amanecerles más tarde, de lo cual se sigue que les acaezca de noche.

Lo demás es llano al que no careciere de los principios que se enseñan en la esphera.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1