CAPITULO LVIII

De piedras que caen del cielo

Celebran los griegos haver pronosticado Anaxágoras Clazomenio por ciencia de las estrellas, en el segundo año de la Olimpiada septuagésima octava,a a qué tiempo havía de caer cierta piedra del Sol y que se hizo ansí de día en una parte de Thracia, a par de la ciudad llamada Egos Potami.b La cual piedra, aún agora, se muestra de tan grande tamaño, que tuviera en ella que llevar un carro de los pequeños y color adusto, resplandeciendo también aquellas noches un cometa. Y si alguno creyere1 lo subredicho, será necesario que también confiese haver sido la divinidad de Anaxágoras de mayor milagro y agotarse el entendimiento en la contemplación de la naturaleza de las cosas y confundirse todo, si se cree que el Sol es piedra o que la ha havido en algún tiempo en él. Aunque no hay dubda caer muchas vezes, venérase [h]oy en el Gymnasio de Abido,c por esta causa, una pequeña, la cual se dize haver pronosticado el mismo Anaxágoras que havía de caer en medio del mundo. On rase otra en Casandria, llamada por otro nombre Potidea,d la cual se pobló por esta razón. Yo vi en el campo de los voconciose otra que havía caído poco antes que yo la viese.

a. 467-66 a. C.

b. En la península de Gallípoli, estrecho de los Dardanelos.

c. En los Dardanelos.

d. Ciudad corintia, en Macedonia, destruida por Filipo.

e. Departamento del Drôme.


EL INTERPRETE

1(Si alguno creyere). Confutación es desta falsedad colegida de los inconvenientes que a ella se consiguen. Con otras muchas razones se pudiera repugnar tan gran desatino, digno de risa, si no fuera perder tiempo en cosa manifiesta. Quién fuese este Anaxágora dize Laercio en el segundo libro de Las vidas de los philósophos de Abido. Casandria, llamada Potidea y campo de voconcios, se verá en sus competentes lugares y por tanto porné aquí fin a este comentario.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1