CAPITULO LV

[De las] cosas [que no son] heridas de rayos

Entre las cosas que se engendran de la Tierra no hiere al laurel, ni desciende a mayor profundidad della que cinco pies. Por tanto tienen los temerosos por muy seguras las cuevas más hondas que esto, o las tiendas hechas de pieles de becerros marinos, porque a éste solo, entre todos los animales que cría el mar, no toca, como ni entre las aves al águila, la cual, por esta razón, finge servir de rayos a Júpiter. Dexáronse por hazer entre Terracina y el templo de Feronia, en Italia, torres, a causa de haver sido todas heridas de rayos.


EL INTERPRETE

No tiene este capítulo dificultad entendidas algunas palabras de él, cuya declaración hallará el lector en diversas partes deste libro, a quien su interpretación más principalmente pertenece.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1