CAPITULO LII

De [observaciones]

Tienen los ethruscos,1 según consta en sus historias, embiar nueve dioses los rayos y que éstos son de 11 géneros, porque dizen arrojar Júpiter tres. Observaron los romanos déstos solos dos, atribuyendo a Júpiter los que caen de día y a Summano2 los que caen de noche, los cuales son más raros por estar entonces el aire más frío. Piensa Ethruria venir de la tierra3 aquella especie de rayos que llaman inferiores y, los que se hazen en tiempo brumal, ser muy crueles4 y abominables, como sean todos los que tienen por terrenos, no aquellos generales, ni los que vienen de las estrellas, pero de cercana y más turbulenta materia. Indice evidente5 es desto que todos los que caen de materia más cercana se creen salir de la tierra y porque no dexan rastro de la repulsión [de su paso] como sea aquella razón,6 no del golpe [de abajo arriba]a sino del contrario. Creen los que han inventado estas subtilezas, proceder los rayos terrenos7 de la estrella de Saturno, como los que abrasan de la de Marte, según [el] que cayó cuando Volsena, población opulentísima de los thuscanos, fue quemada con uno dellos. Llaman otros familiares,8 que anuncian lo que ha de acontecer por toda la vida, los cuales caen al primero día que alguno comienza a ser padre de familia. En lo demás, creen que los rayos que llaman particulares no anuncian más que sobre diez años, sacando aquellos que se hazen en el primer matrimonio o el día en que nacieron. Los públicos no se estienden más que hasta 30 años, si no es cuando se edificava de nuevo alguna ciudad.

a. En el original: inferior.


EL INTERPRETE

1(Los etruscos). Difiere la doctrina de éstos de la griega y romana en que ésta quiere ser la causa de los rayos de la colisión de las nubes, y después que están hechos anunciar algunas cosas de que ellos mismos, o las causas que los hazen, son causa. Mas los thuscanos creyeron hazerse los rayos para significación de algunas cosas y ser ésta su causa, no sólo final, mas también eficiente. 2(Summano).b Entiende PIutón, y llámanle ansí: quasi summum omnium deorum. 3(Salir de la tierra). Colígese deste texto tres géneros de rayos: unos generales, que son aquellos de que havemos tractado arriba, otros que según estos thuscanos vienen de las estrellas y, otros, terrenos, que ellos tenían por averiguado subir de la tierra. 4(Crueles). Creía esta gente ser los rayos brumales muy execrables y crueles por ser terrenos. La causa es huir en este tiempo las exhalaciones calientes, aparejadas a convertirse en rayos, del frío del aire superior a las entrañas de la tierra, donde, encendiéndose algunas vezes, subían, rompida la tierra, hasta el aire frío, del cual, siendo repelidos, bolvían abaxo; éstos, pues, dezían ser crueles porque eran de muy áspera y contraria significación. 5(Argumento es evidente). Tres indicios hay de ser estos rayos de la tierra: el primero es herir derecho y no al través como los celestes, a causa de la pesadumbre y terrestridad de su materia. El segundo, ser su materia gruesa, turbia y cercana a la naturaleza terrestre, de donde se cree que suben. El tercero, es no mostrarse rastro de repulsión en la tierra, porque los del cielo, viniendo con grande ímpetu, son repelidos de la tierra y queda de aquella repulsión rastro y señal. Mas los terrenos que no caen arrojados de arriba, no trayendo tanto ímpetu, no es necesario que den esta muestra. 6(Como sea esta razón). Quiere dezir que este vestigio no es muestra de golpe de rayo terreno, sino adverso o celeste, por la razón que tenemos significada. 7(Estos rayos terrenos). Entiende aquellos que dixo arriba ofuscar y no abrasar. 8(Familiares). Dos géneros hazla de rayos esta gente vana y supersticiosa: unos llamavan públicos y la significación déstos dezían no extenderse a más de 30 años, si no era en la fundación de los pueblos. Otros llamavan particulares y éstos tornavan a dividir en familiares y no familiares. Los familiares dezían significar sobre toda la vida, y eran los que caían cuando primeramente se hazía alguno padre de familia. Los particulares no familiares dezían no dilatar su significación más que diez años, salvo aquellos que se hazían en el primero matrimonio o en el día del nacimiento de cada uno. El que apeteciere más destas vanidades lea el libro segundo de Las naturales questiones que escrivió Séneca.

b. Divinidad etrusca que lanzaba los rayos nocturnos.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1