CAPITULO XLVI

De la naturaleza y observacion[es] de los vientos

Más de 20 autores griegos han escripto observaciones destos vientos, por lo cual me admiro más de ver que en un mundo tan discorde y diviso en reinos y, principalmente, entre tantas guerras y desleales hospedajes, y teniendo los piratas, enemigos de todos los hombres, impedidos casi todos los pasos, hayan tenido valerosos hombres cuidado de cosas de ardua investigación, de manera que [h]oy entienda cada uno en su tierra, por los comentarios de los que nunca vieron, algunas cosas con más verdad que no por la ciencia de los naturales. Y que agora en tiempo de tanta paz y que tanto huelga del acrecentamiento de las cosas y artes, no se desprenda nada de nuevo, antes no se estudie o se quiera saber lo que nos dexaron hallado los antiguos. No eran mayores los premios por repartirse1 entonces entre muchos la grandeza de la fortuna. Y aun, no pocos, descubrieron estas cosas sin pretender más galardón que de ayudar a los que les havían de suceder, porque se envejecieron2 las costumbres de los hombres, no los frutos. Más que navega una immensa muchedumbre, abierto y asenderado doquiera que esté el mar y hallando piadoso hospedaje en todas las riberas y, esto, no por saber, sino por enriquecer. Y no entiende el ánimo ciego y atento solamente a la avaricia, que eso mismo se puede hazer más seguramente con la ciencia. Y por tanto tractaré de los vientos más por menudo, que por bentura conviniera a la obra que proseguimos teniendo cuenta con tantos millares de hombres que navegan.


EL INTERPRETE

1(Por repartirse). Porque entonces no havía tan grandes señores estando repartidas las tierras y ansí no podían ser tan grandes los premios y mercedes. 2(Porque se envejecieron). Algunos sienten entender Plinio en este lugar que se envejecieron las costumbres de inquirir con diligencia las cosas, no los premios de los que antes lo havían hecho ansí, pues durava su memoria en la posteridad. Mas lo que verdaderamente quiso significarnos Plinio es que no se envejecieron los premios, pues agora son mayores estando menos repartidos los bienes temporales, y haviendo mayores señores que premien los trabajos de los diligentes y curiosos escriptores, sino las costumbres de los que, haviendo mayores premios, se dan menos a la virtud y conocimiento perfecto de las cosas.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1