CAPITULO XLII

De las causas de las lluvias, vientos y nubes

No negaré1 causarse también de otras cosas, fuera de las sobredichas, las lluvias y vientos, pues es cierto que exhala de la tierra una obscuridad húmida, y otras vezes humosa, por los vapores, y engendrarse las nubes del liquor que sube a lo alto, o del aire cuaxado en liquor. Vese claro ser corpulentas y espesas en que nos cubren el Sol, de lo cual pueden muy bien testificar los buzos cuando andan a somorgujoa en cualquier profundidad de aguas.

a. Por debajo del agua, ocultamente.


EL INTERPRETE

1(No negaré). Ya diximos arriba que llama Plinio causas ciertas y determinadas las superiores y celestes, y fortuitas las inferiores. En lo demás enséñanos en este capítulo la generación de las nubes, las cuales se hazen, según doctrina de Aristóteles, de vapores espesados de la frialdad de la media región del aire, y desamparados del calor que los levantó. Destas nubes, estimuladas de su propria virtud y peso o de algún calor que sobreviene, se hazen lluvias diversas según la diversidad de los vapores en espesura o raridad.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1