CAPITULO XL

De la [fuerza] de la canícula

Porque, ¿quién ignora encenderse los vapores del Sol en el nacimiento de la canícula, los efectos de la cual se sienten grandemente en la Tierra? Rebuélvense los mares cuando nace con el Sol, hierven los vinos en las bodegas y pertúrbanse los lagos. Llaman los de Egipto órix una fiera que dizen ponerse enfrente della cuando nace, y mirarla de hito y aun como adorarla, cuando estornuda. No hay dubda arrebatarse por este tiempo los perros, en rabia, más que en otro alguno.

EL INTERPRETE

Resplancede la canícula en la boca del que llaman Canis Mayor o Syrio, con naturaleza de Júpiter y Marte. Nace con el Sol en este año de 1568 en las ciudades que tienen latitud de 40 grados, cual es ésta de Toledo do escrivimos, a 19 de julio. Difiere del Canis Menor o Anticanis, que los griegos llaman [κυνόσουρα], en que éste nace a 14 de julio y se pone a 15 de junio. Dura su fuerza 40 días, poco más o menos; la causa de encenderse en este tiempo los vapores del Sol, conviene a saber, sus rayos, los cuales atrahen y encienden más los vapores que en otro tiempo alguno, creen no ser otra cosa sino nacer muchas estrellas calientes entonces con el Sol que augmentan su calor; porque todas las estrellas de León son calientes y marciales, de do es que Ptolomeo llama al León signo cálido y estuoso.a Y porque esta canícula nace con el León, la cual de su naturaleza enciende también el Sol, es necesario haver en este signo mayor calor que en los demás. De do es que dize Hipócrates en aquel aforismo famoso que las purgaciones son más dificultosas en el tiempo de los caniculares. Sienten también la fuerza deste estrella los mares y vinos por los humos y exhalaciones que levanta, los cuales perturban y corrompen los cuerpos líquidos y raros. Afirma esto mismo Plinio también, como del órix, en otros libros que se siguen, donde con el favor divino lo veremos más largamente. Es cosa digna de notar que por la mayor parte vemos el día de [h]oy comenzar algún refresco en los caniculares, y es de saber que no le acontece al Sol la fuerza de su immenso calor de la canícula de la octava esphera, sino antes de la nona, según los que la ponen, la cual nona, como se mueva más despacio que la octava, es alcanzada más aína del Sol. Y ansí se han anticipado los caniculares verdaderos y juntamente el calor, oponiéndose la naturaleza universal del tiempo a la particular de la canícula.

a. De aestuans, hirviente.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1