CAPITULO XIX

Del movimiento del Sol; y [de la razón] de la desigualdad de los días

Haze el Sol cuatro variedades en el año: dos, igualando los días con las noches en el tiempo del verano y del otoño, entrando en un círculo1 que pasa por el centro de la Tierra y por las octavas partes de Aries y Libra,2 y otras dos, desigualando los espacios del día en el tiempo del himbierno, entrando en la octava parte de Capricornio y de la noche el día del solsticio, entrando en otras tantas partes de Cáncer por el estío. La causa desta desigualdad es la obliqüidad del Zodiaco3 y aunque doquiera tengan las gentes la mitad del cielo sobre su [h]orizonte y la otra mitad debaxo de él, pero los signos que nacen rectos prolongan los días y, los que oblicuos, le abrevian.


EL INTERPRETE

Enseña en este capítulo brevemente Plinio la causa de la desigualdad de los días y de las noches de que poco más hablamos. 1(En un círculo). Danos a entender que entre todos los círculos que el Sol describe por razón del movimiento diurno, sólo el equinocial corta la esphera en dos partes iguales y pasa por el centro del mundo. 2(En ocho grados de Aries y Libra). Los puntos equinociales no se mudan, aunque se muden los signos en que se hazen, por el movimiento de la octava, cuya eclíptica, no sale el Sol. Y ansí desde los tiempos de Cleostrato, que fue el primero que halló la imagen de Aries en el Zodiaco, hasta los nuestros, ha havido en esto no pequeña mudanza, y en el de Plinio, la cual él no entendió cuando dixo que se hazían los equinocios en las octavas partes de los signos, como esto huviese sido casi 500 años antes en los tiempos de Eudoxo, mas perdónesele pues en su tiempo aún no se havía entendido el movimiento de la octava esphera y no a los judiciarios de [h]oy, pues haviendo tan grande mudanza de los signos celestes juzgan por los que llaman en el primer móbil sin haver cosa que nos fuerce a ponerle. 3(La obliqüidad del Zodiaco). No es ésta sola causa de la sobredicha diversidad, por tener tal habitud con el [h]orizonte recto que siempre nacen por iguales partes del Zodiaco y línea equinocial, pero junta con la obliqüidad del [h]orizonte en el cual concurso hay signos que sale nrectos, y éstos se detienen más en pasar por nuestro [h]orizonte, y sacan mayor porción de línea equinocial, y otros obliquos en los cuales acontece todo esto al contrario, y por la diversidad deste movimiento y no pasarse en iguales tiempos iguales espacios acontece que puesto caso que en cualquiera día artificial nazca la mitad de los signos sobre nuestro [h]orizonte pero en el himbierno sean los días menores y en el estío mayores. No acontecerá ansí si el [h]orizonte fuera recto y el Zodiaco cortara el exe del mundo haziendo ángulos rectos con él, porque entonces, siendo su movimiento diurno uniforme, y pasando cada mitad suya en igual espacio los días y las noches, fueran a todos los hombres en cualquiera tiempo iguales. De aquí es que no hay mejor modo de conocer la cuantidad de los días artificiales, en cada tiempo, que considerar qué porción de equinocial saca cada signo consigo y, juntados los grados, partirlos por 15, que tanto cabe a cada hora. Otra causa añaden los astrólogos de la diversidad de los días y de las noches artificiales, conviene a saber, la ecentricidad del Sol, y ansí havrá della tres causas.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1