CAPITULO XII

Qué cosas hayan algunos antiguos hallado en la consideración [celeste]

Sulpicio Gallo, cónsul, en compañía de Marco Marcello, fue el primero que divulgó entre los romanos las causas de los eclipses, siendo tribuno de los soldados, a causa de quitar el temor al exército. Porque el día antes que fuese vencidoa el rey Perseo [por] Paulo,b le mandó el capitán general que públicamente les avisase del eclipse que havía de suceder, de lo cual poco después escrivió un volumen. Thales Milesio fue el primero que inquirió lo mismo acerca de los griegos, en el cuarto año de la olimpiada XLVIII, publicando un eclipse que huvo del Sol, siendo rey Aliate,1 en el año de la fundación de Roma de 170. Manifestó, después de aquesto, Hipparcho, los eclipses de ambos a dos planetas, que havían de hazer los 600 años que se siguieron, comprehendiendo los meses, días y horas de las gentes, sitios de ciudades2 y aspectos de pueblos, según que cada día se va por experiencia entendiendo no de otra manera que si fuera secretario y partícipe de los misterios de Naturaleza.

Fueron [por] cierto valientes aquellos varones y más que humanos, pues hallando leyes y regulares movimientos de tan grandes deidades y estrellas, libraron de espanto los miserables ánimos de los hombres que temían en los eclipses hechizerías o muerte alguna de los mismos planetas (en el cual temor es claro haver estado Estesícoro y Píndaro, poetas excelentes), pues por creer todos haver en el eclipse del Sol y en la Luna hechizos, la ayudaran con sonidos desconcertados.

Con este mismo miedo, ignorando las causas, Nicias, capitán de los athenienses, y recelándose de sacar la flota del puerto,c dilató su partida hasta que se disminuyó su pujanza. Mas vosotros, varones de excelente ingenio, sed en buena hora intérpretes y capaces de la naturaleza de las cosas e inventores del argumento con que havéis vencido los dioses y los hombres. ¿Quién, viendo semejantes cosas y estos trabajos de las estrellas que vienen a tiempos ciertos y determinados (porque ansí me agrada llamarlos), no perdonará, haviendo nacido mortal, a su flaqueza?

Quiero agora tocar breve y compendiosamente lo que está sacado en limpio de aquestos planetas, dando compendiosa razón en los lugares muy necesarios. Porque ni es ése el intento desta obra, ni sería posible dar razón de todas las cosas, antes es maravilla poderse dar de algunas.

a. Pydna, 168 a.C.

b. En el original, de Paulo (Emilio).

c. De Siracusa.


EL INTERPRETE

1(Siendo rey Aliate). No falta quien lee Astiage, que fue el que truxo guerra con Aliate, rey de los lidos, en el tiempo que reinava en Roma Tarquino Prisco.d Que se lea lo uno o lo otro va poco pues ambos vinieron en un mismo tiempo. Mas, Thales, dizen haver nacido en la Olimpiada XXXV, de manera que sería de casi 50 años cuando escrivió De los eclipses. 2(Sitios de ciudades). Estos dize Ptolomeo haver hallado primero Hipparcho por observaciones celestes, con otras muchas cosas. Podrase ver lo que aconteció en la guerra de Paulo, y lo de Nicias, en Plutarcho y en el libro de Herodoto.

d. 616-578 a.C.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1