CAPITULO XVIII


Del TLALXÓCOTL o tierra acida y del alumbre mexicano


Tampoco carece Nueva España de minas de alumbre. Mas como en nuestro Viejo Mundo se conocen de éste el rompible, el de roca y el escamoso, así como los que se fabrican de las heces del vino y de la hierba que los árabes llaman kali, de la cual encontré cinco especies en este Nuevo Mundo, y también el llamado “de pluma” por su semejanza (si acaso es éste verdadero alumbre), y por otra parte los antiguos mencionan el rompible, que conocemos, y el redondo y el líquido desconocidos de nosotros, puede dudarse con razón en qué género de alumbre debe clasificarse el mexicano. Yo opino, atendiendo al modo como lo preparan, que debe adscribirse al género de alumbre líquido y destilado, y no a otro. Porque muelen primero la tierra aluminosa y la echan en grandes vasijas de barro terminadas en punta, donde luego le agregan agua para licuarla. Lo que destila es lo que se utiliza; se cuece cuanto sea conveniente, pero antes de que adquiera completa dureza se divide en pequeños trozos, y ya perfectamente condensado se vende en el comercio, blanco, brillante, transparente, y de sabor acre y astringente como el nuestro. Templan con él sus colorantes los artesanos, y lo mezclan a los colores escarlata. Afirma los dientes, seca y limpia las úlceras, consume y quita las excrecencias, es útil a tintoreros y bataneros, y se aplica, en fin, a todos y los mismos usos que el nuestro.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2