CAPITULO IV


Del ATOTÓCATL o de los renacuajos


¡Qué variadas son las costumbres humanas, y cuánta diversidad de productos naturales se emplean en las comidas y surten las mesas en las distintas regiones del mundo! He aquí que estos indios occidentales comen gustosamente los renacuajos, que nuestros paisanos se horrorizan de ver y aun de nombrar, y no desdeñan las langostas fritas y las hormigas, y tienen por exquisitas muchas cosas que nunca comerían ningunos otros habitantes del mundo. Y no sólo comen los renacuajos, sino que los venden por todas partes en los mercados, preparados y ofrecidos de diversos modos, y no se consideran del todo malos ni ingratos al paladar. Deléctense ellos con sus platillos nacionales, con tal que nos dejen a nosotros comer sus gallinas, cuyos machos son los llamados gallipavos.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2