CAPITULO LII


De la lagartija TEQUE


Yerra por las casas y por sitios montuosos, y se halla también a veces en los huecos de los troncos o de las cañas. Es de un palmo de largo, parda y con ojos pequeños, negros y brillantes. Carraspea a veces para despejarse la garganta a la manera de los cantores, y canta luego pareciendo decir chacón, de donde algunos la llaman también así, hasta que al fin, como cansada de cantar, se queja. Se prepara con estos animales un veneno mortífero para untar las flechas, poniéndolos dentro de los entrenudos de las cañas y punzándolos allí para excitar su rabia hasta hacerlos morir; después, con su sangre corrompida se untan las flechas.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2