CAPITULO CXII


Del TZOPÍLOTL o aura


A este que los mexicanos llaman TZOPÍLOTL suelen otros llamarlo aura. Es un ave grande, toda negra, de tamaño de águila mediana o de cuervo, del cual parece ser especie; las uñas son corvas y negras, las piernas pardas, el pico como de loro y también pardo, la frente sin plumas y cubierta de una piel plegadiza, como la del quauhpezotli o la del cozcaquauhtli, y rodeada de pelos ralos y negros muy semejantes a los de la cabeza de los etíopes. Se alimenta sólo de carnes de cadáveres y de excremento humano. No se sabe con certeza dónde nidifica y empolla, a pesar de ser tan común en casi toda Nueva España. Es de vuelo potente y muy alto, y exhala un fuerte y desagradable olor parecido al de los cuervos. Se posan en bandadas sobre los árboles, y se ceban en los cadáveres muchos a la vez. Dicen que sus plumas quemadas y reducidas a ceniza evitan que renazcan los pelos, lo mismo que el estiércol de hormigas y la sangre de murciélago, y que semiquemadas y aplicadas curan las heridas si se come a la vez su carne, que también suele curar el mal gálico. Dicen asimismo que su corazón secado al sol es de un olor muy fuerte, y que su estiércol tomado en dosis de una dracma aprovecha a los atrabiliosos.



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TZOPÍLOTL

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2