CAPITULO XXVII


Del COZCAQUAUHTLI, rey de las auras


Dicen que el Cozcaquauhtli es el rey de las aves que los mexicanos llaman auras. Iguala en tamaño a las águilas de Creta. Todo su cuerpo, salvo el cuello y las partes cercanas al pecho (que son de colores negro y púrpura), es leonado y negruzco; las alas por debajo son negras cerca de su nacimiento y en lo demás cenicientas, y por encima de colores leonado y negro entremezclados y tirando un poco al púrpura; las piernas son rojas, las uñas corvas, el extremo del pico, que se creería de papagayo (tan exacta es su semejanza), es blanco, y el resto color de sangre. Las fosas nasales son amplias, los ojos negros, el iris leonado, los párpados rojos, la frente de color sanguíneo y con arrugas plegadizas que a veces sin embargo despliega, en lo cual se parece a los gallipavos, y con algunos pelos como resecos, ralos y parecidos a los de los etíopes. La cola es como de águila, cenicienta por debajo y negra por encima. Se alimenta de culebras, ratones y lagartijas que arrebata, pero principalmente de cadáveres y, cuando lo encuentra, de excremento humano. Es ave que vuela muy alto, con las alas bien extendidas y abiertas y casi sin cesar. Es originario de esta región. Empolla en primavera. Resiste con increíble fuerza a los vientos, y se enfrenta a los contrarios permaneciendo inmóvil en un punto del espacio. Su carne es inútil, y nadie la come (que yo sepa) si no es como medicina. Dicen que los indios curan las úlceras aplicando las plumas de esta ave y dando a comer sus carnes cocidas mientras dura la enfermedad, y que son también éstas muy eficaz remedio contra el mal gálico.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2