CAPITULO XXXV


Del PERUÍCHCATL


Aunque sé que las ovejas llamadas peruanas fueron hace tiempo llevadas a España y conocidas casi por todos, juzgué sin embargo que debía pintarlas porque nunca las he visto representadas por ningún otro antes de mí, para que quienes no las conocen no ignoren por lo menos su figura, en que difieren considerablemente de las nuestras. Son mucho más grandes, cubiertas de lana que no se aprovecha, y su carne no es agradable ni de buena calidad; tienen tales fuerzas, que a falta de caballerías pueden conducir alguna carga, como sucedía entre los peruanos antes que se introdujesen allí las bestias de carga. No debo pasar en silencio que en el vientre de estos animales se encuentran a veces las piedras que, por la virtud que tienen de contrarrestar los venenos, son llamadas bezoares por los árabes.



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PERUÍCHCATL

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2