CAPITULO XXII


Del ICELACOCO chulullense


Es una hierba de raíz larga, gruesa y que huele a incienso, de donde nacen tallos de un codo de altura y con muchas ramas, y en ellas hojas como de hinojo, pero más gruesas y más anchas, de olor agradable, y en el extremo umbelas con semilla abundante, blanca, parecida a la de espondilio, redonda, angulosa, acre, resinosa y que masticada quema la lengua. Por la anterior descripción se ve que es esta planta el segundo romero descrito en otro tiempo por Dioscórides, y cuya verdadera imagen no ha dado nadie antes que nosotros, pues la de Mattioli no parece coincidir del todo con la descripción de aquél. Sus propiedades son las que el mismo Dioscórides atribuye al libanotis que produce la semilla llamada cachrys, aunque los chulullenses y los tlaxcaltecas, en cuyas tierras nace, dicen que su cocimiento bebido cura los exantemas y puntos que suelen acompañar a las fiebres que provienen de la sangre. Nace en lugares húmedos, en las quebradas de los montes.



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ICELACOCO

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2