CAPITULO LXXII


De la planta que llaman COCA peruana


Es una hierba, según me dicen, de cuatro cuartas poco más o menos de largo, con hojas como de mirto, pero un poco mayores, más blandas, de un verde claro y que tienen como dibujada la figura de otra hoja menor; tiene semilla en racimos que, como la de mirto, enrojece cuando comienza a madurar y al fin se vuelve negruzca, siendo entonces cuando se cortan las hojas, se ponen a secar en zarzos y se guardan para usarse. En cuanto a su cultivo, se siembra la semilla en almácigas y después se trasplanta a tierra bien labrada, poniéndola en hileras como las habas o los garbanzos. Mezclan las hojas masticadas con polvo de almejas quemadas, y dan a esta mezcla forma de píldoras que ponen a secar y usan después. Llevadas éstas y removidas en la boca, dicen que extinguen la sed, nutren extraordinariamente el cuerpo, calman el hambre cuando no hay abundancia de alimento y bebida, y quitan el cansancio en las largas jornadas. Suelen también usarlas mezcladas con yetl, como un placer, cuando permanecen en sus pueblos y casas, para conciliar el sueño o procurarse embriaguez, tranquilidad y olvido de todas las penas y cuidados. Les sirve asimismo de moneda, de suerte que en los mercados hay gran comercio de esta planta.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2