CAPITULO LXXXIV


Del TLACOCOLTZIN o hierba pequeña y torcida


Encontré entre los tetzcoquenses una especie de titímalo que me pareció ser el helioscopio; pero como su forma no era exactamente igual, cuidé de pintarlo. Sus raíces y hojas son tenidas en gran estima por los indios para evacuar la pituita y las dos bilis, tomadas en dosis de una dracma, así como para curar el mál gálico, a tal punto que guardan esto como un secreto que no a cualquiera revelan fácilmente. Nace dondequiera, pero principalmente en lugares cálidos. Algunos lo llaman cucultzin.


TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2